Caso de discriminación a jóvenes LGBTI en un hotel en el Atlántico

Un hombre los saco del establecimiento argumentando que en el lugar no se permitían gays

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Un nuevo caso de presunta discriminación por orientación sexual se dio a conocer en el Atlántico. Según comentó un joven en sus redes sociales en el hotel Pradomar, jurisdicción del municipio de Puerto Colombia el domingo 10 de octubre en horas de la tarde, mientras los colombianos estaban atentos al partido entre las selecciones de Colombia y Brasil que se desarrolló en la ciudad de Barranquilla, fue expulsado junto con sus amigos por una demostración de afecto en el lugar.

“Abro hilo de como fui discriminado junto a mis amigos y echados de un hotel por ser gays. Resulta que en la tarde de ayer me encontraba compartiendo con mis amigos en el @hotelpradomar, al principio el servicio fue muy agradable y la atención por parte del mesero también”, anotó Anderson Jiménez en su cuenta de Twitter y prosiguió contando que pese a que todo parecía estar bien comenzaron a recibir comentarios homofóbicos por parte de un sujeto que se encontraba en el lugar y para exigirles que se fueran.

Pese a los comentarios y las expresiones usadas por el hombre que generó incomodidad, Jiménez y sus amigos decidieron ignorarlo y continuar tomándose una foto como recuerdo del momento compartido “Sabíamos que no estábamos haciendo nada grave y que teníamos todo el derecho de seguir ahí, pero el tipo insistía en que nos fuéramos porque esos “shows” no los aceptaba en el lugar”, anotó el denunciante.

Sin embargo, la situación no quedo ahí pues el hombre se les acercó y les exigió que se fueran argumentando que era el dueño del establecimiento. De acuerdo con la versión del denunciante muchas personas evidenciaron el trato que recibieron, pues el hombre les hablaba con voz fuerte.

“El hombre se acerca con más rabia a tratar de persuadirnos e intimidarnos con querer golpearnos, y nos grita: “SOY HOMOFÓBICO Y NO LOS QUIERO AQUÍ””, escribió Jiménez y agregó “nuestra decisión fue irnos del lugar por tal indignación, pero el hombre nos persigue hasta la entrada con el vigilante y los meseros, y nos dice que nos larguemos sin pagar pero que ahí no nos quería ver más; ni a gente “maricona” como nosotros”.

Pese a las palabras del sujeto cuando el grupo de jóvenes iba a salir, les cerraron el paso exigiéndoles pagar. La situación se complicó al punto que tuvieron que llamar a la policía para que mediará en la incomoda situación.

Estando la policía en el sitio, recibimos el apoyo por su parte y la razón la tuvimos inmediatamente. Ellos eran conscientes de que no estábamos cometiendo ningún delito, y que nuestro derecho al libre desarrollo de la personalidad estaba siendo vulnerado”, señaló.

En ese momento que la policía comenzó a mediar y ha escuchar a las partes, los jóvenes se llevaron la sorpresa de que el hombre que arremetió contra ellos no era el dueño, sino el hermano del dueño.

“No tuvo más remedio el dueño que disculparse y decirnos que aquel tipejo era independiente a su negocio. Pues déjeme decirle si va seguir teniendo esa clase de imbéciles en su negocio, ¿Qué clase de personas los representa entonces?”, anotó y añadió que decidió dar a conocer su experiencia pues considera que nadie debería ser discriminado por lo que es “No permitan que nadie silencie tu opinión, que nadie te diga cómo debes comportarte o que mucho menos, te impidan disfrutar de lo que te gusta simplemente porque otros no lo toleran. Denuncien este tipo de oprobios sin miedo a lo que suceda”.

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