El secretario de Seguridad del Cali, Carlos Alberto Soler, dio una hipotesis sobre los ataques que ha recibido el transporte Masivo Integrado de Occidente (MIO) en Cali tras el paro nacional y que ha dejado varias estaciones de la ciudad sin funcionar y al menos 400 buses vandalizados.
Soler explicó que tras los hechos violentos estarían los transportadores informales. “Intereses de personas que tendrían que estar ya por fuera del comercio, que siguen intentando prestar servicios y que están aumentando su volumen. Algunos de estos terminalitos están invadiendo las áreas del MIO, igual que algunos mototaxistas en algunos sectores como en Meléndez, donde impiden que se arregle la estación”, dijo y conoció Blu Radio.
Y es que la estación de Meléndez, Buitrera, junto con la de Univalle están seguidas hacia el sur y ninguna funciona desde que inició el paro nacional. De hecho, fueron intervenidas por manifestantes tras haber sido vandalizadas y ahí se ubicaron algunos puntos de reserva y de bloqueo que se extendieron por dos meses.
El secretario continuó diciendo que se estarían contratando personas para atacar al MIO, entre los cuales estarían personas en condición de calle e inmigrantes. Por su parte, Guillermo Ramírez, gerente de Unimetro, empresa que opera el sistema de transporte, criticó a la administración de Jorge Iván Ospina y dijo que siguen trabajando a pesar del abandono.
“Nuestra razón de ser es la movilidad de los caleños y por eso seguimos contra viento y marea, trabajando para prestar un mejor servicio” e insistió en que les presten garantías para seguir operando.
Hace unas semanas, William Vallejo, secretario de Movilidad de Cali, dijo que se iba a empezar con “un análisis geoespacial de los puntos donde se están presentando esos ataques. También se ha solicitado a las empresas operadoras del sistema que coloquen las denuncias pertinentes para poder agilizar los trámites que nos lleven a identificar estas personas”.
“Es nuestro sistema, es el transporte público de los caleños y caleñas. Necesitamos recuperarlo, sacarlo adelante, pues la columna vertebral de nuestro sistema de movilidad”, subrayó.
La capital del Valle hace unas semanas dio inicio oficialmente a la fase tres del proceso de recuperación y reconstrucción del sistema de transporte masivo MIO, seriamente afectado durante los poco más de dos meses de estallido social que se vivieron en el país desde el pasado 28 de abril.
Según informó la empresa encargada del mismo, Metro Cali, esta etapa consta de cuatro contratos de obra y dos interventorías por medio de las cuales, se busca reparar diez estaciones y dos terminales vandalizadas.
Se trata, en este caso, de estaciones de San Bosco, Belalcázar, El Trébol, Siete de Agosto, Chiminangos, Univalle, Buitrera, Meléndez, Conquistadores y Nuevo Latir; así como de las terminales de Paso del Comercio y Calipso.
De acuerdo con Gloria Patricia Gutiérrez Mera, directora de Infraestructura de dicha organización, tras la firma de los acuerdos por un valor de $30 mil millones, el contratista debe presentar un cronograma respetando la fecha límite del plazo de ejecución, que es hasta el 31 de diciembre de este año. “En la medida que las estaciones se van recuperando, así mismo se ponen en operación para que los usuarios hagan uso de ellas, lo antes posible”, señaló.
Con esto, señaló que las primeras actividades en el inicio de esta tercera fase es la recuperación de todo el componente eléctrico, el cual sufrió graves daños a causa de los ataques perpetrados por personas que aprovecharon las manifestaciones para cometer actos de vandalismo y la fabricación de los elementos metálicos.
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