Fascista y asesino: nuevo choque entre Alejandro Ordóñez y Gustavo Petro, esta vez por la conquista española

‘Fascista’ y asesino vuelven a ser los calificativos de una nueva discusión entre Alejandro Ordóñez y Gustavo Petro, luego de que el ahora candidato presidencial cuestionara el discurso de elogios a la conquista española del continente americano, que expresó el embajador de Colombia ante la OEA el pasado 6 de octubre.

Ese día, en la reunión del Consejo Permanente del organismo internacional, se celebró el evento “Encuentro entre dos mundos”, a solicitud de España, para conmemorar la llegada de Cristóbal Colón el 12 de octubre de 1492 al continente americano.

El evento mostró el malestar que sostienen varios estados respecto a la forma como se ha narrado el periodo de conquista y colonización. Alejandro Ordóñez, por su parte, en su pronunciamiento dejó de lado la violencia del proceso histórico, que calificó como “humanitario”, para exaltar el legado “moral y cívico”, de acuerdo a sus palabras, que produjo la mezcla de las dos culturas.

Respecto a esas palabras del representante de Colombia ante la OEA, el senador Petro lo cuestionó a través de su cuenta de Twitter, en un comentario en que lo llamó nuevamente “fascista” y aseguró que la conquista significó un genocidio para el continente.

“Aunque esto lo diga el embajador de Colombia ante la OEA: un fascista. Me toca afirmar ante el mundo que el 12 de octubre de 1492 comenzó un genocidio en América”, escribió el actual candidato presidencial por el Pacto Histórico.

Ordóñez contestó rápidamente al senador a través de la misma red social, en la que apeló al pasado guerrillero de Petro, cuando fue miembro del M-19. Para el embajador, su contradictor debería reconocer los crímenes que cometió.

“Bueno para vociferar sobre hechos ocurridos hace más de 500 años... Malo para reconocer los crímenes de una guerrilla de la que hizo parte hasta 1990. Ya que “afirma ante el mundo”: Además de magistrados, civiles, soldados, policías, ¿a cuántos indígenas asesinó su M-19?”, escribió el diplomático.

En el evento ante la OEA, México, Argentina, Canadá, Nicaragua y otros países del Caribe guardaron silencio para mostrar su inconformismo con la celebración de la conquista, más aún promovida bajo la visión de España. Una posición que respaldo Ordóñez, en un discurso que ha generado comentarios dentro de los diplomáticos.

Quien sí habló fue el representante de Antigua y Barbuda, país del Caribe, Ronald Sanders, quien recogió el malestar de otros representantes y señaló que la ausencia de varios países miembros demostraba el descontento. “La gente de estas tierras no necesitaba ser descubierta. Ya tenían una civilización, una rica cultura y un conocimiento que se adaptaba a la sostenibilidad de su entorno ... Ese encuentro no debe celebrarse. Debería lamentarse”, dijo.

El embajador colombiano fue más férreo defensor del “encuentro entre dos mundos” que la misma España, del cual su representante Carmen Montón se centró en celebrar y fortalecer las relaciones históricas de los estados americanos con el reino y celebró los bicentenarios de independencia que se cumplieron este año.

“Lo que hoy debemos destacar es que la hispanidad dejó en América una herencia de construcción legal, moral, cívica, de la que muchos de los que hacemos parte de este consejo somos consecuencia, como lo fueron nuestros padres y abuelos, como ojalá lo sigan siendo nuestros hijos y nietos”, señaló Ordóñez en el evento.

Para Ordóñez, según dijo en un discurso de unos seis minutos, se ha promovido una tendencia contraria a aceptar el legado español, que debe ser detenido. Esa postura ya la ha mantenido el embajador colombiano en contextos anteriores, como en 2019 cuando durante el mismo evento exaltó a Isabel la Católica y aseguró que los abusos no fueron una tendencia institucionalizada, sino condenada por las autoridades coloniales.

En su actual pronunciamiento llamó con calificativos como “leyenda negra” e “hispanofobia”, una supuesta tendencia para “señalar la herencia española como responsable de todo lo malo que ocurre en la región”, que sigue una ola anarquista, de acuerdo con las palabras de Ordóñez, para imponer una narrativa que propone derribar estatuas “y plantear 529 años después que en América existe una guerra racial histórica”.

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