Laurent Duvillier, jefe regional de comunicación de Unicef para América latina y el Caribe, en entrevista con Noticias Caracol reveló cifras que superan históricamente el registro de niños que son parte de la ola de migración que se vive en el Tapón del Darién, una de las selvas más peligrosas del continente, por lo que hizo un llamado para que este tema sea tratado, con urgencia, pues muchos de ellos resultan huérfanos en el recorrido.
De acuerdo con el informe, son casi 19.000 niños y niñas migrantes los que han atravesado la selva del Darién en lo corrido de 2021, casi tres veces más que el número registrado durante los cinco años anteriores juntos. Más de 1 de cada 5 migrantes que cruzan la frontera entre Colombia y Panamá son niños y niñas. La mitad de ellos tiene menos de cinco años.
Asimismo, Unicef advirtió sobre un aumento de los niños que cruzan solos el Darién. En 2020 ocho niños no habían sido acompañados, en 2021 ya son 153.
“Unicef está muy preocupado, porque nuestros equipos en terreno, en el área del lado panameño, nos cuentan historias horribles. Estamos viendo que el número de niños que atraviesan el Darién, el cual sigue aumentando, este año ya tiene cifras significativas, pues en total han sido 19,000 los niños que han cruzado esa frontera, una cifra que equivale a los últimos cinco años anteriores”, señaló el encargado de las comunicaciones de la organización.
Asimismo, reveló que “la mayoría no viajan solos, viajan acompañados de sus papás, pero en el trayecto de la jungla pasan muchas cosas, a veces los padres se quedan atrás, la mamá se queda herida o se ven separados al momento de cruzar un río”, aseguró Duvillier al noticiero.
Indicó que los riesgos a los que se enfrentan los menores no son solo los que tiene la selva, sino otros como tráfico de personas, robo, acoso sexual y presencia de grupos armados.
A través de un comunicado que dio a conocer el panorama de los niños en esta travesía, Jean Gough, director Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, señaló que “en lo profundo de la jungla, el robo, la violación y la trata de personas son tan peligrosos como los animales salvajes, los insectos y la absoluta falta de agua potable. Semana tras semana, más niños mueren, pierden a sus padres o se separan de sus parientes durante este peligroso viaje. Es espantoso que los grupos criminales se aprovechen de estos niños cuando son los más vulnerables”.
“Nunca antes nuestros equipos sobre el terreno habían visto a tantos niños pequeños cruzando el Darien Gap, a menudo sin compañía. Una afluencia tan creciente de niños que se dirigen al norte desde Sudamérica debería ser tratada urgentemente como una grave crisis humanitaria por toda la región, más allá de Panamá “, dijo Gough.
En la espesa selva del Darién, las bandas criminales utilizan cada vez más e intencionalmente la violencia sexual como instrumento de terror, pues entre enero y septiembre de este año, UNICEF registró 29 denuncias de abuso sexual de niñas adolescentes durante el viaje, asimismo, un gran número de mujeres denunció ser víctima de abuso sexual.
Con respecto a cifras, la organización reveló que la mayoría de la población son haitianos (56.600), muchos de ellos acompañados por menores, seguidos de cubanos (12.800), venezolanos (1.500), además de nacionales de países de Asia y África, entre ellos Bangladesh, Senegal, Ghana, Uzbekistán, India y Nepal, dijo la OIM.
En los primeros nueve meses de 2021, los menores representaron el 20 por ciento de esa población en movilidad, cuando hace cuatro años era apenas el dos por ciento.
En cuanto a las edades y nacionalidad de los menos, Duvillier la informó a Noticias Caracol que varios de ellos son de nacionalidad Chilena y Brasilera, pues ellos nacieron allí una vez sus padres llegaron a trabajar a estas zonas, pero en vista de la crisis que provocó la pandemia, ahora viven los riegos en esta zona fronteriza.
“Los niños que cruzan la frontera son nacidos en Chile y Brasil por lo tanto hay un marco legal de protección para estos niños. Lo que tenemos que buscar son soluciones para estos niños de manera conjunta y no de manera aislada, es importante que vayamos averiguando la identidad de los niños sus necesidades,muchos de ellos no hablan creole hablan español o portugués, son latinoamericanos hispanoparlantes”, finalizó Duvillier.
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