Recientemente, tres colombianos que se encontraban en Jamaica, como víctimas del delito de trata de personas, regresaron a sus casas en el departamento de Caldas. La historia de estos tres hombres se conoció a mediados del mes de septiembre, cuando sus familiares denunciaron ante las autoridades colombianas el engaño del que fueron víctimas los caldenses.
Carlos Eduardo, Diego y Víctor Alfonso llegaron a Jamaica tras una supuesta oferta laboral en el sector de la ebanistería, pero la persona que los llevó los abandonó y los dejó sin dinero ni documentos, razón por la que ellos fueron capturados por la Policía de Jamaica, durante un operativo contra el delito de trata de personas, hasta que se comprobara su situación y quién era el victimario.
Fue en este fin de semana, luego de siete meses retenidos en la isla, cuando los hombres abordaron varios vuelos desde Jamaica-Panamá, Panamá-Bogotá, Bogotá-Pereira. A su llegada, los hombres hablaron con la cadena radial RCN Radio, para dar a conocer los detalles de las difíciles situaciones que atravesaron por culpa de Wilson Linares o Jayco García, como se hacía llamar en la isla el hombre que los engañó.
Carlos Eduardo Castañeda aclaró a la emisora que la Policía de Jamaica no los tuvo detenidos, sino que, de hecho, los tuvo “guardados” por su protección, mientras encontraban al culpable. “Yo estoy muy feliz, al igual que mis compañeros, de llegar y ver nuevamente a mi familia. Le cuento que estuvimos muy preocupados allá, realmente más de seis meses muy duros, no porque estuviéramos detenidos, si no que por protección de La Policía en Jamaica estuvimos prácticamente guardados”, señaló.
Relató que, aunque las autoridades colombianas intentaron interceder por ellos anteriormente, las autoridades jamaiquinas no lo permitieron, puesto que señalaban que mientras el caso se aclaraba, los tres colombianos debian estar bajo su custodia. Finalmente, los dejaron regresar al país solo si las autoridades colombianas garantizaban toda su seguridad al llegar al territorio nacional.
Para ello, en el Aeropuerto El Dorado estuvo dispuesto un fuerte esquema de seguridad que recibió a los colombianos de regreso con sus connacionales, después de estos los mandaron en un vuelo a Pereira, donde fueron recibidos, de la misma maner,a por la Gobernación de Caldas, La Alcaldía de Manizales y la Personería Municipal, quienes están al tanto de la situación de los tres hombres y haciéndose cargo de su seguridad.
“Varias entidades de Manizales y Caldas nos quisieron ayudar, pero La Policía de Jamaica no dejó, que porque nosotros estábamos bajo la protección de ellos, que no podían permitir que ninguna organización colombiana interfiriera en este caso hasta que ellos resolvieran toda la investigación”, explicó una de las tres víctimas a la emisora. Además, agregó que “el Consulado de Colombia fue a pagar los tiquetes de nosotros, y las autoridades en ese país les dijeron que no, que ellos mismos compraban los tiquetes, nos llevaban al aeropuerto de Jamaica, y que el gobierno de Colombia se encargara de nosotros cuando estuviéramos en Colombia”.
Cabe recordar que los tres caldenses, con edades entre los 28 y los 35 años, aplicaron a una ropuesta de trabajo que ofreció un hombre del municipio de Chinchiná para trabajar en un taller de ebanistería ubicado en Kingston, capital de Jamaica. Sin embargo, cuando llegaron, la persona que los contactó desapareció y los supuestos hombres a cargo del taller les quitaron sus pasaportes y los obligaron a vivir en condiciones infrahumanas durmiendo en el suelo y en las mesas del local.
Los hombres lograron interponer la denuncia en la capital de la isla y fueron resguardados por las autoridades mientras avanzaba el caso contra los hombres. El hombre reveló a RCN Radio que el caso ya estaba bastante adelantado cuando ellos llegaron a Jamaica, pues ya habían en el taller oficiales encubiertos.
“Llegó un allanamiento de 100 a 120 policías y ahí nosotros nos asustamos, porque nos preguntaron que quiénes eran Víctor, Diego y Carlos, pero nos dijeron que no nos preocupáramos que no habíamos hecho nada malo. Nos comentaron el caso, que venían investigando a esta persona y que necesitaban que los acompañáramos a la estación de Policía”, señaló Castañeda.
Después de esto fueron trasladado, durante varios meses, por diferentes hoteles de Kingston y Montego Bay, esto con el argumento de las autoridades de que su seguridad estaba en peligro mientras se desarrollaba el caso. “Nunca nos dejaron salir, solamente salimos como cuatro veces, dos de ellas a citas médicas, por que a nosotros nos dio Covid-19, encerrados allá. La segunda fue por que el Consulado de Colombia les pidió que nos viera un médico; la tercera fue porque estábamos muy barbados y muy peludos y nos llevaron a una peluquería, y la última vez que nos permitieron salir fue para realizarnos la prueba de Covid-19 para regresar a Colombia”, explicó la víctima.
Además, señaló que también temen por la seguridad de sus familiares, pues el hombre que los contactó les dijo que “el que la hacía la pagaba, que así sea con la familia se desquita, entonces a nosotros también nos tiene muy preocupados ese tema, como le dijimos a La Policía hoy. Él dice que tiene gente en Colombia que se encarga de hacerle daño a la familia de quien lo perjudica”. Sin embargo, cabe resaltar que tras las denuncias este hombre fue capturado por las autoridades jamaiquinas.
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