En Colombia, el más reciente informe del DANE indicó que en el primer trimestre del año se registraron 709 suicidios por lesiones auto infligidas, un aumento de 124 casos con respecto al mismo periodo de tiempo de 2020, casos que se pudieron evitar pero que no recibieron la atención necesaria por parte de las entidades debido que las Entidades Promotoras de Salud (EPS) no han fortalecido sus redes para afrontar esta problemática.
Si hacemos un panorama general de cómo se encuentra el país en materia de salud mental, en el 21% de los departamentos no se tiene en cuenta la caracterización de la población territorial y en el 15% no ha sido adoptada la política de salud mental, teniendo como eje principal los jóvenes de 15 a 19 años, quienes son los que más sufren de estos trastornos, se estima que, en Colombia entre el 10% y 20% de adolescentes sufren problemas de este tipo.
Según el Dr. Juan Pablo Moreno, gerente médico SNC de Sanofi, una de las principales manifestaciones de los problemas de salud mental es la depresión y el suicidio, que actualmente se ubica como la cuarta causa de muerte entre los adolescente del país y lo grave es que el 75% del total de estos casos, ocurren en lugares de ingresos bajos y medios, debido a los obstáculos frente a la atención que brindan las entidades.
“Los problemas de salud mental en los adolescentes pueden afectar su rendimiento académico y asistencia a la escuela, debido a diversos motivos, entre ellos el miedo a ser estigmatizados por sus compañeros. Los pacientes pueden experimentar un fuerte sentimiento de desaprobación y, en consecuencia, internalizar creencias negativas, aislarse, desesperarse e, incluso, evitar la ayuda profesional para recibir un tratamiento adecuado”, agrega el Dr. Moreno.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 50% de los trastornos mentales inician en la adolescencia, sin embargo, en la mayoría de los casos, no llegan a ser detectados ni tratados a tiempo, lo que hace que la vida adulta de las personas tenga más problemas.
La salud mental ha sido incluso una de las mayores preocupaciones durante la pandemia del covid-19, por lo que el Ministerio de Salud y Protección Social le ha hecho seguimiento a este evento de salud pública, distinguiendo que ya hay “afectaciones en el talento humano en salud, en las personas con covid-19 y sus familias y en la población general por el temor, la angustia y la ansiedad que generó la enfermedad y el aislamiento”, aseguró el viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios, Luis Alexander Moscoso Osorio
Indicó que todos estos efectos de la pandemia se conjugan con el diario vivir, con nuestros problemas de salud mental históricos como pueden ser la violencia, la depresión, el suicidio, el consumo de sustancias psicoactivas, el alcohol, entre otras.
Sin embargo, la Defensoría del Pueblo reveló un estudio que da cuenta de los problemas que tiene el país para atender estos casos. La Defensoría Delegada de Salud y Seguridad Social, oficina que lideró esta investigación, señala que hay problemas para adoptar políticas de salud mental. Teniendo esto en cuenta, se hizo un llamado para asegurar la atención de pacientes con trastornos mentales y evitar que sean estigmatizados.
“En el informe se evidencia que las EPS no cuentan con suficientes redes de prestadores de servicios, lo que genera falta de oportunidad en la atención de pacientes. Tampoco existe continuidad en los tratamientos de quienes padecen enfermedades mentales y se evidenciaron deficiencias en la atención de los programas de drogadicción”, indicó Carlos Camargo, defensor del Pueblo.
Se detalló que los departamentos con más problemas para atender casos de salud mental son cinco: Amazonas, Cauca, Huila, Cesar y Quindío. El panorama sería más crítico dentro de las áreas rurales o dispersas.
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