El viernes 8 de octubre, se dio a conocer la captura de Waldo Rafael González Ramírez, por parte de unidades del CTI de la Fiscalía para cumplir una condena de ocho años de cárcel por violencia intrafamiliar agravada contra una menor de edad.
González Ramírez que vivía en Bucaramanga, departamento de Santander era conocido por se un fiel seguidor del catolicismo y por trabajar al interior de una iglesia donde se desempeñaba como coordinador de labores de liturgia, formación de monaguillos, recolectores de la ofrenda y formación del coro.
De acuerdo con El Tiempo, el sujeto conoció en la iglesia a una joven de 15 años que tenía algunas dificultades y con la que se fue a vivir un tiempo después, haciéndole cree a todas las personas de su entorno que la había adoptado. Sin embargo, ahí comenzó el abuso y explotación a la que fue expuesta la menor de edad por parte de este sujeto.
En la investigación hecha por la Fiscalía se señala que el primer signo de alerta fue que el sujeto le quito la comunicación con todas las personas; y luego empezó el maltrato físico y psicológico. Entre los maltratos que recibió la joven se encuentran: golpizas permanentemente, humillaciones y abuso sexual.
“Con las que no sentía placer ni gusto alguno, y que no entendía, pero que su agresor le reclamaba, alegando que era su mujer y que debía hacerlo, razón por la cual, pese a su desagrado, termina accediendo, siendo también una constante esta clase de actos de violencia sexual”. se lee en el documento del ente acusador.
En el expediente se señala, además, que la menor no había denunciado lo sucedido pues en múltiples ocasiones temió por su vida, ya que incluso, en una ocasión la amenazo con contarle el cuello con un cuchillo. Pero finalmente decidió denunciar debido a que quedó en embarazo y no quería que nada malo le pasara a su bebé.
Violencia contra la mujer en Colombia
Según un reciente reporte de Change.org –la organización de campañas sociales más grande del mundo–, que analizó y cruzó información de fuentes públicas como Medicina Legal, Defensoría del Pueblo y la Misión de Observación Electoral (MOE), entre otras, la violencia contra las mujeres se recrudeció un 30 %.
Pues revelaron que entre enero y julio 535 mujeres fueron asesinadas en el país, 18,1% más que en 2020; mientras que 9.899 fueron violadas, 11,1% más que el año pasado. Así mismo, 15.239 resultaron golpeadas por su pareja, 10.392 fueron víctimas de violencia intrapersonal y 5.620 denunciaron agresiones en su propio hogar.
El panorama sigue siendo desalentador, se presentaron en el primer semestre de este año un total de 44 feminicidos, también crecieron las muertes por violencia económica, con 13 casos; la violencia interpersonal, con 51; por violencia intrafamiliar, 50 casos; la violencia sociopolítica con 20; y un caso por violencia sexual.
Respecto a los homicidios a grupos o comunidades vulnerables, hasta julio de 2021, 5 mujeres LGBTI y 31 pertenecientes a grupos étnicos fueron asesinadas. También sorprende el dato por nacionalidad, en el cual 47 venezolanas inmigrantes fueron víctimas de muerte violenta, 30,6% más que en el mismo periodo del año anterior.
En cuanto a lideresas sociales y activistas, a la fecha, de acuerdo con la Defensoría del Pueblo, 132 han sido amenazadas por luchar por sus causas o comunidades. Este dato también coincide con un informe reciente de la MOE que reportó que durante el primer semestre se registraron 247 hechos de violencia contra lideresas sociales, políticas y comunales, un 15,7% más frente a 2020.
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