Médico secuestrado por disidencias murió en un bombardeo del Ejército en Guainía

La víctima había adelantado estudios en Cuba, en principio fue identificado como un guerrillero, pero su madre atestiguó que el joven profesional se encontraba retenido en el campamento contra su voluntad

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Médico Leonel Martínez Mendoza
Médico Leonel Martínez Mendoza

El pasado 27 de septiembre, el Ejército ejecutó un bombardeo en contra de un campamento en zona selvática en inmediaciones de Morichal, entre los departamentos de Guainía y Guaviare. El resultado de la operación fue la muerte de Haider Steven Cisneros Bossa, o alias ‘Ferney’, cabecilla de la estructura Armando Ríos y diez supuestos subalternos más. Pero entre ellos, según una mujer de la vereda El Calamar, se encontraba su hijo Leonel Martínez Mendoza, quien no era guerrillero sino médico y víctima del conflicto.

Según el ministro de Defensa, Diego Molano, ese día se ejecutó “un ataque aéreo estratégico, en horas de la madrugada”, en la ribera del río Inírida, donde se encontraba alias ‘Mono Ferney’, mano derecha de ‘Iván Mordisco’. Los efectivos del Ejército descendieron poco después y recuperaron los cuerpos para su identificación, pero no han señalado hasta el momento que hubo civiles entre los muertos.

Magaly Mendoza, por su parte, sí ha confirmado que el cuerpo de su hijo fue recogido entre los abatidos, pero no se trataba de un guerrillero, sino de un médico que había sido secuestrado 15 días antes por parte de esa estructura disidente de las Farc y lo estaba esperando de regreso hasta que conoció la noticia del bombardeo.

Leonel Martínez Mendoza nació en Fortul, Arauca, donde se destacó por sus estudios de bachillerato. Según la revista Semana, por su desempeño, en el Concejo Municipal le entregaron una beca para estudiar medicina en Cuba y, debido a las dificultades familiares, decidió aceptar.

Su familia lo apoyaba con una venta de aguacates que era el negocio de subsistencia de los padres, hasta que se trasladaron al municipio de Calamar, en el Guaviare, y tuvieron la oportunidad de montar una ferretería, según contó Caracol Radio.

Leonel regresó al país en septiembre de 2020 y se dedicó a atender a los vecinos en su casa y ayudar en el negocio familiar, mientras convalidaba el título para poder ejercer profesionalmente. Tenía la ilusión de ser médico en el departamento de Arauca, su tierra natal.

“Se desesperaba mucho por la homologación de su título. Lo último que pagamos fue dos millones de pesos a un abogado. Él nos decía que lo ayudáramos, que apenas obtuviera el título nos devolvía toda la plata”, señaló Magaly a la revista Semana.

El joven se encontraba en ese proceso y llegó a sentir peligro por su profesión en ese municipio afectado por el conflicto armado. El 11 de septiembre recibió una llamada que determinó su tragedia, tras contestar, dejó escuchar a su madre en altavoz, cuando le decían: “Necesitamos un favor suyo. Ya mis hombres pasan por usted”, citó la emisora.

Poco después llegaron dos hombres armados a la ferretería, tocaron la puerta y salió el joven médico junto a su madre. Uno de los guerrilleros lo tomó del brazo, le preguntó el nombre y le reiteró que necesitaban un favor de su parte. Se identificaron como miembros de las Farc.

Según dijo Magaly a Caracol Radio, ella decidió no denunciar el hecho por temor a represalias contra su hijo y esperó. La ausencia de Leonel se hizo evidente en el pueblo, porque había asumido cierto liderazgo y reconocimiento gracias a su profesión, y la madre decidió contar lo que había sucedido a los pacientes ocasionales y vecinos.

En medio de la espera, Magaly conoció la noticia del bombardeo contra alias Ferney y se trasladó a Villavicencio para saber si su hijo hacía parte de los muertos. Después de rogar a una funcionaria de la Cruz Roja, ella le confirmó que Leonel Martínez Mendoza, de 27 años de edad, era uno de los “guerrilleros” abatidos. Los cuerpos ya llevaban ocho días en la capital del Meta.

La madre del joven se trasladó a la Fiscalía para denunciar el hecho, su intención, desde ese momento, fue impedir que su hijo fuera llamado guerrillero. Sin embargo, en el ente judicial no la escucharon y la revictimizaron.

Como su hijo estaba muerto ahí con los guerrilleros y había estudiado en Cuba, tenía una mente revolucionaria, que era un terrorista”, señaló Magaly a Semana. Aunque mostró fotografías de su hijo y contaba con pruebas, como el trámite del título, testimonios de vecinos y la Asociación de Médicos Internos Residentes Extranjeros en Colombia, para demostrar que no hacía parte de la organización guerrillera, su demanda no fue atendida.

“El doctor Leonel Martínez Mendoza era un profesional de la salud, un médico de altas cualidades humanas, cofundador de nuestra Asociación, no era un actor del conflicto armado. Fue doblemente víctima del conflicto armado desde que no se le convalida su título y luego muere en un bombardeo militar donde se encontraba secuestrado”, señaló Juan Pablo Ovalle Granados, gerente de la Asociación de Médicos Internos Residentes Extranjeros AMIREX, y pidió que no se le sindique al joven como guerrillero.

Magaly Mendoza ya enterró a su hijo después de recibir el cuerpo, pero ha emprendido la lucha porque no sea reseñado como un terrorista, cuando en realidad era víctima de ese conflicto. Espera que el trámite de homologación del título termine y se lo entreguen a ella para poder conservar parte de la memoria real de Leonel Martínez.

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