Este fin de semana, el Instituto Colombiano del Dolor (Incodol) anunció que la eutanasia de la colombiana Martha Sepúlveda, prevista para las 7:00 a. m. del pasado 10 de octubre, fue cancelada. La mujer que padece de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), se iba a convertir en la primera persona en Colombia en ser expuesta a la eutanasia sin padecer una enfermedad incurable.
Según su dictamen, el Comité Científico Interdisciplinario por el Derecho a una Muerte Digna “decidió por unanimidad suspender el trámite” al señalar que “no se cumple el criterio de rescisión, tal como se tuvo en cuenta en la primera comisión” cuando el caso fue respectivamente evaluado.
Ante la decisión que fue viralizada en los medios de comunicación del país y redes sociales, este lunes 10 de octubre la abogada de Sepúlveda, Camila Jaramillo, en diálogo con Semana se refirió a la situación de la mujer de 51 años de edad, quien está sorprendida.
“Está con un desconcierto total, triste; es decir, está tranquila en el sentido de que no está deprimida, pero está completamente sorprendida con la falta de ética de los profesionales de Incodol y con una incertidumbre total porque ya no sabemos cuándo es que va a poder ejercer su derecho a morir dignamente”, manifestó la abogada.
Asimismo, la jurista expresó que la decisión le pareció una total falta de respeto, pues en el dictamen Indocol señaló que Sepúlveda había mentido respecto a la funcionalidad de su cuerpo debido a su enfermedad.
“Dicen que ella ya no cumple con los criterios porque aparentemente se mejoró. O eso es lo que dicen los médicos”, señaló la jurista.
Por su parte, su neurólogo, Luis Alfredo Villa dijo que la decisión de la mujer era respetable, pues había que tener en cuenta que por su enfermedad, su estado se iba a empezar a deteriorar con el tiempo.
En realidad esta es una enfermedad incurable. Una vez que se diagnostica, se calcula que aproximadamente dura tres años el paciente.
De igual forma, el especialista explicó detalladamente el proceso por el que pasan todos los pacientes que sufren de esta enfermedad hasta llegar a morir. De acuerdo con el médico, la ELA va afocando lentamente todos los órganos de quien la padece hasta impedir valerse por si mismo.
“Al cabo del proceso evolutivo empieza a darse parálisis en los músculos de las extremidades, dentro de lo cual predomina la parálisis de las manos y de los miembros superiores. Los pacientes pierden hasta la posibilidad de comer por sus propios medios o llevarse la cuchara por sus propios medios. Posteriormente, empiezan a perder capacidades para deglutir, tragar, hablar, e incluso llega el momento en que no pueden deglutir ni su propia saliva. Después viene la pérdida de músculos intercostales que son los que dan la respiración y a medida que se va perdiendo la función de estos, se empieza a perder la capacidad primero de movilizarse, le dan secreciones, de toser, y posteriormente la capacidad de respirar y oxigenar”, detalló.
Cabe resaltar que, el grupo de abogados de DescLab, que representa a Martha, interpuso una acción de tutela “para que los jueces conozcan su caso y protejan sus derechos fundamentales”.
Los expertos, además, expusieron el Acta del Comité para Morir Dignamente de la IPS en el que se argumentó que la paciente tiene expectativas de vida que superan un tiempo de seis meses. Los abogados, en contraparte, se mantienen en decir que la enfermedad de Martha es, además de grave y dolorosa, incurable y degenerativa.
“Nos enteramos que la razón es que Martha, según ellos, no tiene una enfermedad terminal. Esta decisión es ilegítima y arbitraria porque la Corte Constitucional, a través de la sentencia C233 de 211 eliminó este requisito para acceder a la eutanasia (...) la están obligando a tener una vida que ella no está disputa a seguir viviendo con unos sufrimientos y dolores que son incompatibles con su idea de dignidad”, señaló Lucas Correa, abogado de DescLab, en testimonios rescatados por La FM.
De la misma manera, el presidente del Colegio de Médicos de Antioquia, Carlos Valdivieso, hizo un llamado a Martha y a su defensa para que agoten todos los recursos que le permitan a la paciente conseguir su cometido.
“Los médicos no aceptamos ningún otro tipo de presión sobre nuestras acciones. Evidentemente, hace parte del derecho de los médicos su autonomía, pero también el derecho de objeción de conciencia. En este caso, invitamos a la paciente a hacer uso de las herramientas jurídicas que le establece un Estado de Derecho como el colombiano”, puntualizó el especialista en RCN Radio.
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