Autoridades del Valle del Cauca confirmaron, en la mañana de este sábado 9 de octubre, el hallazgo de tres cilindros bomba que, se presume, iban a ser usados en ataques terroristas. Con estos, cobra más fuerza la preocupación del Ministerio de Defensa, que asegura que los grupos armados ilegales están empleando cada vez más explosivos en su accionar.
De acuerdo con el general Miller Vladimir Nossa Rojas, comandante de la Tercera Brigada del Ejército, los artefactos en cuestión fueron encontrados, rodeados de cables y en un cañaduzal de la vía El Cerrito-Rozo en Palmira, Valle del Cauca, por habitantes de la zona que inmediatamente alertaron a la institución castrense.
Hasta allá llegó una unidad militar del grupo de manejo de artefactos explosivos, Marte, quienes pudieron confirmar que se trataba de cilindros de 40 libras de peso, dejados a unos 50 metros de la carretera. Tras esto, procedieron a cerrar el paso de vehículos por la misma para proceder a desactivarlas.
De acuerdo con el general Nossa, las cargas explosivas pertenecerían a las disidencias de las Farc, quienes pretendían usarlas contra la fuerza pública. En sus palabras:
“El grupo que hace presencia sobre ese sector es el grupo armado organizado residual compañía Adán Izquierdo y también alguna injerencia de otra organización que esté dentro de ese comando conjunto de occidente que lidera alias Gentil Duarte”.
Por su parte, el secretario de Convivencia y Seguridad del Valle Walter Camilo Murcia explicó al diario local El País que se trata de “explosivos que eran transportados y por la presión de los patrullajes conjuntos de Ejército y Policía fueron abandonados en la zona y detonados de manera controlada”
Valga señalar, además, que el grupo de de alias Gentil Duarte es, precisamente, uno de los que, según la cartera de seguridad, están intensificando sus tácticas de guerra por medio del uso de explosivos no convencionales. Se habla no sólo de pipetas, sino también de otros rechazados por el Derecho Internacional Humanitario, como las minas antipersona.
“Lo que hemos visto es que en tres oportunidades especialmente en el caso del uso de explosivitas es una nueva modalidad que están buscando operar en el Cauca para generar amedrentamiento no solo de la población civil, sino de afectar la integridad de los hombres de la fuerza pública”, dijo al respecto el jefe de ese ministerio, Diego Molano, el pasado 21 de septiembre.
Una situación preocupante si se tiene en cuenta que, de acuerdo con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Colombia, sólo entre enero y julio de este año se han registrado 263 víctimas de minas antipersona en todo el país. Entre las mismas se cuentan por lo menos 21 menores de edad.
Es todavía más grave si se recuerda que los ataques se han venido recrudeciendo durante las últimas semanas. Nada más el pasado 30 de septiembre se confirmaba la muerte del soldado regular, Jhon Eider Mercado Teherán, quien habría activado de manera accidental una mina antipersona en zona rural del municipio de Sardinata, Norte de Santander.
Una semana antes, el 25 de septiembre, se hablaba de la activación de otro campo minado en zona rural de Dagua, departamento del Valle del Cauca. De acuerdo con el reporte oficial, este le quitó la vida a los soldados Luis Gustavo Mina Rodríguez, de 21 años, Yeison Pavi Pavi, de 26 años, y Kevin René Martínez Tenorio, cuya edad no fue difundida.
Así las cosas, el general Nossa manifestó este sábado durante una entrevista con Blu Radio que desde el Ejército insisten en el rechazo al “uso de métodos no convencionales de guerra, con los cuales los grupos armados organizados insisten en atentar contra la vida de la población civil y la Fuerza Pública, en una clara violación de los derechos humanos e infracción a las disposiciones del derecho internacional humanitario”.
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