En tan solo la primera semana de octubre van cuatro líderes sociales asesinados en Colombia, crímenes con los que se llega a la escabrosa cifra de 135 asesinatos de estas personas que cumplen importantes funciones dentro de sus comunidades.
El más reciente ocurrió en el municipio de Puerto Caicedo (Putumayo) en el suroccidente colombiano donde fue ultimado Jorge Antonio Lozada por un grupo de hombres armados, el pasado martes 5 de octubre, según informaron en el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).
De acuerdo con esa organización, Lozada se desempeñaba como el presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda de Alea, una comunidad que pertenece a la Zona de Reserva de Campesina Perla Amazónica que se ubica en el mencionado municipio de Caquetá en el sur del país.
El deceso ocurrió cuando Lozada se dirigía hacia su finca en la jurisdicción de la comunidad del Progreso en la misma población.
Con este crimen se llega a 1.250 líderes sociales asesinados desde que se firmó el acuerdo de paz entre la extinta guerrilla de las Farc y el Estado colombiano.
Previo a este homicidio fue asesinado en el sur de Bogotá Jaime Cuadrado un dirigente social y político de la Unión Patriótica, y además defensor de los derechos de los adultos mayores.
En Indepaz informaron que Cuadrado trabajaba en la localidad de Usme, en el sur de Bogotá, donde formó parte de distintas mesas para el fortalecimiento de los Derechos Humanos, de los campesinos y de los ancianos.
Su cuerpo sin vida fue encontrado en la noche del jueves 30 de septiembre por la comunidad del sector donde desarrollaba su labor y se investigan las circunstancias en las que fue asesinado.
Pero además de este crimen, el cierre de septiembre y los inicios de octubre han sido fatídicos para los líderes sociales, con 11 homicidios, 5 de ellos en tan solo un día, el 20 de septiembre.
Entre ellos se encuentra Erley Osorio Arias, líder social en el sector de la minería, a quien encontraron muerto también el pasado jueves 30 de septiembre en el municipio de Morales (Bolívar), en el Caribe colombiano, cuatro días después de que fuera visto por última vez cuando se desplazaba Montecristo y Mina Gallo, en el mismo departamento.
En Indepaz indicaron que Osorio formaba parte de la Federación Agrominera del Sur de Bolívar (Fedeagromisbol) y además era hijo del líder de esa agremiación y presidente de la Junta de Acción Comunal del corregimiento de Mina Gallo, en Morales.
También el pasado jueves murió víctima de una mina antipersonal el líder social e indígena Jhon Alberto Pascal Pascal, coordinador del Resguardo Awá El Gran Sábalo, en el municipio de Tumaco (Cauca), en el suroccidente del país.
El joven indígena de 25 años, de la comunidad Panelero, pisó el artefacto explosivo cuando se desplazaba con su familia hacia el corregimiento de La Guayacana.
Previo a estos crímenes, el miércoles 22 de septiembre, y de nuevo en el municipio de Morales (Bolívar), asesinaron a Martín Bayona, que era reconocido en la zona por su liderazgo comunal y social en esa zona del Caribe colombiano. Allí se desempeñaba como presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda de La Cuchilla.
Según conoció Indepaz, este líder social fue ultimado en su finca por hombres armados que ingresaron a su vivienda y le dispararon en dos oportunidades.
Ese mismo día, pero en Jamabaló (Cauca), asesinaron a una destacada líder indígena, Ilia Pilcue, quien era reconocida como la mayora de ese municipio en el suroccidente del país.
La mujer de 75 años ocurrió, según informaron en Indepaz, en la zona de Loma Redonda, a dos horas del casco urbano de esa población. Según los primeros testimonios, un grupo de hombres armados la interceptaron cuando se dirigía a realizar un trueque agropecuario, para luego ultimarla con arma de fuego.
Todos estos homicidios se perpetraron tras una seguidilla de asesinatos de líderes sociales, donde en solo un día, el lunes 20 de septiembre, fueron asesinados cinco de ellos en diferentes zonas del país.
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