Este miércoles el ciclista colombiano Nairo Quintana volvió a realizar una gran actuación en competencias de un día, pues tras una exigente jornada logró meterse dentro del top-10 de la Milán-Turín, carrera que celebraba su edición número 102. A pesar de que en la parte final lo pudo sostener el ritmo de los rivales más fuertes, el boyacense se recuperó y se metió en los primeros lugares.
El corredor explicó lo sucedido durante esta carrera, donde ingresó en la novena posición y no se dejó minutadas respecto a corredores de nivel superior actualmente como Primoz Roglic, ganador, y Tadej Pogacar, bicampeón del Tour de Francia. El día fue complicado especialmente en Superga y otros escenarios en terreno plano, en los que al corredor le es difícil responder.
“Al pasar una rotonda estábamos un poco alejados, hubo una ruptura, un grupo de 25 a 30 corredores se adelantó. Uno hubiera pensado que estaba comprometido pero mis compañeros rectificaron la situación”, afirmó inicialmente.
Añadió, “también sabía que en el primer ascenso Yates iba a hacer un primer ascenso explosivo, por mi parte preferí subir más gradualmente para conservar fuerzas para el segundo ascenso de Superga y la siguiente vuelta”.
Y es que el Deceuninck-Quick Step del doble campeón mundial Julian Alaphlippe, tiró a 45 kilómetros de meta para romper el pelotón y reducirlo por delante a 24 corredores, con los mejores en acción. Una vez se hizo la primera gran selección, los corredores se centraron en el doble ascenso a Superga (4,3 Km al 9 por ciento de desnivel y máxima del 14). Mauri Vansevenant (Deceuninck-Quick Step) atacó subiendo para abrir una diferencia controlada de apenas 20 segundos que no puso nervioso a nadie.
Roglic y Adam Yates fueron en su casería. Posteriormente Alaphilippe probó junto a Majka, uno de los hombres de Pogacar, pero el francés iba fundido y se resignó a las posibilidades de victoria.
Yates, a falta de 4 kilómetros, atacó para seleccionar el grupo de los seis más fuertes. Ese cambio de ritmo eliminó a Valverde, pero aguantaron Roglic, Pogacar, Almeida y Woods.
A 2,8 de la meta empezó ahí el duelo con Roglic, en todo momento seguro de sus movimientos y certero a la hora de finalizar. Roglic reservó una bala, la definitiva, para el disparo a 200 metros de la línea que le permitió inscribirse en el palmarés de la Milán Turín.
“Gracias a mis compañeros por el trabajo realizado. Estos esfuerzos a pesar de que pagué por ellos en la parte final cuando Roglic y Yates atacan, sin embargo, me las arreglo para mantener mi ritmo, y firmo un top 10 en la cima de Superga con algunos de los mejores”, concluyó Nairo.
Ahora se viene el último reto del año, el Giro de Lombardía, uno de los monumentos del ciclismo mundial, junto con la Milán-San Remo, el Tour de Flandes, La París-Roubaix y la Lieja-Bastoña-Lieja, donde el colombiano aspira a estar en la parte final con los mejores, pues la carrera contará con una nómina de lujo en la que se reúnen los mejores ciclistas del momento.
Nombres como Julian Alaphilippe, Tadej Pogacar, Primož Roglič, Alejandro Valverde, Vincenzo Nibali, Thibaut Pinot, Tao Geoghegan Hart, Romain Bardet, Simon Yates, Remco Evenepoel, y los colombianos Egan Bernal, Rigoberto Urán y Esteban Chaves (ganador de la carrera en 2016), son algunos de los que aspiran quedarse con el último monumento del año.
“Vamos mejorando, estamos yendo bien y tenemos buenas sensaciones para Lombardia finalmente para poder estar en la pelea con los mejores. Vamos mejorando y esperamos tener una temporada mucho mejor”, sostuvo el boyacense.
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