La Fiscalía General de la Nación está lista para imputarle a la patrullera de la Policía, Andrea Cortés Guarín, el delito de hurto por presuntamente haber robado una crema para la cara en una droguería de Bogotá. Sin embargo, la defensa de la uniformada solicitó aplazar la audiencia aduciendo problemas de salud.
Según el abogado, la mujer estaba internada en el hospital de la Policía por temas psiquiátricos y quedó a la espera de la nueva cita para conocer la imputación. La presunta responsable ha rechazado las acusaciones explicando que la crema se la regalaron y denunció malos tratos por parte de la Policía.
Esto debido a la sanción disciplinaria que le impuso la institución inhabilitándola por 11 años para ejercer cargos públicos.
“De verdad, de corazón, a la gente que cree en mi inocencia muchas gracias. No tiene sentido seguir luchando con una institución que a una mujer trans la ve como antinatural. La gente no sabe, no se imagina, por todo lo que yo he pasado. Institucionalmente han hecho conmigo lo que se les ha dado la gana. De verdad, a la gente que me aprecia, muchas gracias”, dijo en medio de lágrimas en un video que se difundió en redes y que fue grabado por ella misma.
Mientras tanto la Policía dijo que le aseguraron el debido proceso y tras abrir una investigación disciplinaria, la encontraron culpable. “La Policía es respetuosa de las investigaciones disciplinarias y penales que se adelanten contra integrantes de la institución siempre en el marco del debido proceso. El pasado 29 de junio se abrió una investigación disciplinaria contra la patrullera”.
Por ahora la patrullera y su defensa anunciaron que radicarán un recurso de reposición ante la Procuraduría denunciando que se trató de un hecho de discriminación y persecución por su condición sexual.
Cortés estuvo en titulares de prensa mucho antes por haber sido la primera mujer trans reconocida en la institución, luego de una batalla jurídica y un proceso de completa transformación.
En 2016, Cortés se graduó para ingresar a la Policía Nacional de Colombia; sin embargo, en ese momento para sus compañeros era Fabio Cortés Guarín y la designaron al departamento del Cauca. Un año más tarde, la patrullera decidió regresar a su natal Bucaramanga y realizar el proceso de papeleo para ser Andrea.
La decisión la tomo luego de que evaluada por una psicóloga que le sugirió que ella informará a sus superiores sobre su identidad como mujer trans y de esta forma poner en regla sus documentos, y que lo hiciera legalmente cambiando su nombre.
“En un permiso viajé a Bucaramanga (en septiembre de 2017), y fui a la Registraduría y cambié mi registro civil y mi cédula. Y regresé con una contraseña que me identificaba como Andrea Cortés Guarín”, señaló.
Pese a que hizo el procedimiento que correspondía, inicialmente recibió un ‘No’ por respuesta con el argumento de que cuando se incorporó a la institución lo hizo como hombre. Por lo que en el 2018, la patrullera instauró una tutela a la institución por no aceptar cambiar su documentación como mujer. Tiempo después recibió la respuesta y el fallo fue a su favor.
Luego de la gran noticia que le dio la Corte, la expatrullera continúo con su proceso que incluye tanto tratamiento hormonal como algunas modificaciones estáticas. Entre lo que logró con éxito una cirugía en sus cuerdas vocales que se realizó en Barranquilla a finales de 2020, con el otorrinolaringólogo Antonio Ballestas.
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