Una cabeza decapitada fue encontrada este miércoles en un poste de energía del barrio La Inmaculada, en el centro de Tuluá (Valle del Cauca), reportó la Policía del departamento. “Era una persona entre 30 y 35 años de sexo masculino”, especificó el comandante Nelson Parrado Mora.
“Se realizó inspección técnica y será enviada a Medicina Legal para su identificación. Estamos en la búsqueda del cuerpo”, especificó el coronel comandante. Esta es la tercera cabeza que se encuentra en esta ciudad en los últimos meses: en junio apareció la del joven Santiago Ochoa en una bolsa en Aguaclara, corregimiento de Tuluá.
El otro caso se dio en enero cuando apareció otra en el sector de La Galería de Tuluá, pero hasta el momento solo se ha identificado la del joven Ochoa y se capturaron a los presuntos responsables de su atroz homicidio. En la tarde de este 8 de septiembre cayeron cinco integrantes de la banda delincuencial conocida como San Francisco, que opera en Tuluá, en el centro del Valle del Cauca. Según las autoridades, los criminales se dedicaban a extorsionar civiles, estaban involucrados en el negocio del microtráfico y habrían perpetrado múltiples homicidios en el municipio.
Hasta el momento no se ha revelado la identidad de los capturados, pero las autoridades locales aseguraron que uno de ellos habría asesinado a Santiago Ochoa, un joven de 22 años que fue decapitado en junio de este año. Según versiones preliminares, él era uno de los jóvenes que hacía parte de la Primera Línea de los grupos de manifestantes en Tuluá, que expresaron su inconformismo durante el paro nacional. Sin embargo, el alcalde de Tuluá, Jhon Jairo Gómez Aguirre, desmintió esta información.
“El crimen del joven fue cometido cobardemente por un grupo delincuencial que opera en el sector del barrio San Francisco y que fue desmantelado por la Policía”, aseguró el mandatario en su momento.
De acuerdo con el mandatario local, no hay pruebas de que Santiago Ochoa haya participado en la primera línea, grupo encargado de defender la vida de quienes se movilizaron, en especial tras los casos de abuso policial durante las jornadas de protesta.
“No hay indicios que sigan que pertenecía a este grupo, salvo lo que hemos investigado de sus antecedentes en el Espoa y en las bases de datos del municipio de Tuluá. El joven lo único que presenta es una anotación por violar el Código de Convivencia al ser encontrado en el pasado con sustancias alucinógenas, pero esto no significa que el homicidio haya sido en relación a dicha anotación”, afirmó Gómez.
Este crimen se dio a conocer el pasado sábado 19 de junio, cuando la cabeza de Ochoa apareció en una bolsa negra que fue dejada en el antejardín de una vivienda en el corregimiento de Aguaclara.
Lo que se conoce de ese día es que Ochoa fue visto montando bicicleta, y en la noche algunos habitantes encontraron su cabeza.
Este hecho generó indignación en todo el país. Varios congresistas se manifestaron en redes sociales y pidieron celeridad en las investigaciones. Un ejemplo es Katherine Miranda (Alianza Verde), quien compartió en Twitter: “Aquí condenan por publicar un vídeo y no el crimen que denunciamos. Están matando a quienes protestan en Colombia, Santiago Ochoa de 23 años y miembro de la primera línea fue DECAPITADO. ¡Disculpen mi crudeza al subir el vídeo, pero NOS ESTÁN MATANDO!”.
También se pronunció sobre el aberrante hecho Gustavo Bolívar, quien trinó: “Decapitar un joven para que no proteste por su derecho a la educación y al empleo es la confirmación de la barbarie. En ningún gobierno se había llegado a tal degradación”.
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