El periodista colombiano, Javier Darío Restrepo, un referente de la ética del oficio en toda Iberoamérica y quien fue maestro de la Fundación Gabo desde 1995, dejó este mundo el 6 de octubre de 2019 a los 87 años. Dos años sin la pluma que enseñó a generaciones enteras de periodistas sobre ética; enseñanzas que siguen vigentes en las facultades de comunicación.
Su fallecimiento ocurrió en Bogotá, un día después de regresar de Medellín donde participó en la séptima edición del Festival Gabo, en la cual presentó su último libro, “La constelación ética”.
Este miércoles, la Fundación Gabo publicó el prólogo que la periodista colombiana, María Teresa Ronderos, escribió para ‘Pensamientos’ el libro que recopila los principales discursos sobre ética periodística escritos por el maestro.
“Javier Darío Restrepo llevaba el sentido del humor puesto como una segunda piel. La última vez que conversamos, cuando cocinaba ya este libro, aún sabiendo quizá que sería el último, exageró en tono burlón —y cariñoso— lo que yo podría añadir de valor a su texto con un prólogo”, recordó la periodista Ronderos.
Dice la escritora que no hay prólogo que esté a la altura de las palabras de Restrepo de la ética periodística en América Latina, “ni hay manera de sentirse menos apabullada por intentar presentar esta maravillosa colección de conferencias y escritos que realizó en los últimos años, curada por su hija Gloria Inés”.
Asegura que los periodistas que afrontan el oficio en épocas complejas como las que se viven hoy, vale la pena que recurran al libro “Pensamientos” donde Javier Darío dejó su sabiduría y reflexiones profundas sobre cómo el periodismo está conectado con búsquedas de fondo, como la construcción de verdad y de justicia, la defensa del interés público y la defensa de la dignidad humana.
“Cada anécdota, coloreada con el ingenio y humor que Javier Darío le pone a todo lo que cuenta, trae una pregunta para que los periodistas nos hagamos a lo largo de nuestras carreras y, a la vez, traza posibles caminos a seguir”, insiste Ronderos.
Eso sí, aclara, que el Restrepo no dejó recetas, ni fórmulas de si le pasa esto, haga aquello; ni listas de lo que es ético y lo que no lo es. “Si es un manual este libro, es uno que enseña a pensar, a analizar con cuidado lo que nos venden, a ver la nuez más allá del relumbrón del oro, y a preguntar por qué es que ejercemos el oficio y cuál se supone es la contribución a la mejoría de la vida de la gente”, asegura.
También, en este prólogo rescata una frase que dijo el maestro, como lo llaman sus allegados: “El periodista ético es eso: un valor de toda la sociedad, y defenderlo para que mantenga todo su peso moral y su credibilidad, es parte de su responsabilidad con toda la sociedad”.
Una vida dedicada a la ética periodística
Restrepo comenzó su dilatada carrera en 1957 y dedicó 27 años de su vida profesional a la televisión, 18 de los cuales trabajó como reportero del noticiero 24 Horas. También fue columnista de los diarios El Tiempo, El Espectador y El Colombiano, entre otros, así como catedrático de la Universidad de los Andes.
Por su contribución al oficio, en 2014 recibió el Reconocimiento a la Excelencia del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo.
En ese entonces la Fundación Gabo reconoció también su “defensa de la tradición del periodismo de calidad y la voluntad de asumir los retos de los tiempos nuevos”.
Tras recibir el premio, Restrepo explicó a la agencia EFE que la clave del galardón radicaba en el hecho de que hacía énfasis “en la importancia que en este momento tiene la ética para los periodistas teniendo en cuenta esa especie de terror-ambiente que hay frente a todo lo de la tecnología digital”.
La ética periodística en los tiempos de cambio que vive el periodismo era una de las grandes pasiones de Restrepo, quien dirigía desde 2000 el consultorio de la Fundación Gabo en el que recibía con frecuencia consultas de profesionales de toda Iberoamérica.
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