Esta edificación, que fue construida hace 14 años, la cual está ubicada en el barrio Rosales, al norte de la capital, generó una disputa desde hace 10 años entre los más adinerados del país con la firma inmobiliaria Escalar, de los arquitectos Juan Rodríguez y Héctor Uribe, quienes se niegan a responder por el deterioro de la construcción, alegando que se trata de un descuido de mantenimiento por parte de los propietarios del conjunto.
Se dice que entre los afectados se encuentran figuras del entretenimiento como el cantante Juanes y la actriz Margarita Rosa de Francisco, quienes en 2009, luego de dos años de construcción, compraron inmuebles en este lujoso edificio, el cual según varios medios de comunicación indican que el apartamento más barato llegó a costar 3.000 millones de pesos.
En julio de 2021, El Especador reveló que este complejo urbano está conformado por 3 edificios de 12 pisos, en los cuales, hay cerca de 66 apartamentos, el más pequeño de 210 metros cuadrados, y los más grandes con un costo de 7 mil millones de pesos.
Asimismo, el portal de noticias Las2Orillas reveló que este edificio, fue noticia tras tener la apariencia de un hotel de lujo, debido a su imponente fachada, y los balcones sellados en vidrio; sin embargo, eso es historia, pues actualmente, la fachada se está cayendo a pedazos y la constructora se niega a responder por su reparación, la cual oscila entre los 10 mil millones de pesos.
Esta disputa, que inició 4 años después de la construcción del complejo, que está en medio de las montañas bogotanas, llevó a que varias de las víctimas tomaran medidas jurídicas contra los arquitectos, por lo que contrataron la oficina de abogados del exsuperintendente Pablo Felipe Robledo, quien en calidad de defensor, indicó en una reciente entrevista con Blu Radio, que “la fachada del edificio se está derritiendo”.
Asimismo, manifestó que “los constructores pusieron la cara para vender, alardean de su prestigio, pero a la hora en que las cosas salen mal esconden la billetera para responder”, sostuvo Robledo a la emisora.
Además, detalló el estado del complejo de apartamentos, de la cual manifestó: “Es una fachada gigantesca, construida en piedra caliza blanca que fue pésimamente diseñada y construida. Desde hace bastante tiempo la fachada viene derritiéndose, viene cayendo. Se caen las lozas de la fachada porque están mal pegadas. Las piedras se embomban. Hoy buena parte del edificio está sin poderse utilizar”, sostuvo Robledo.
Ante los hechos, los dueños del complejo de edificios acudieron a la Superintendencia de Industria y Comercio, que hoy está dirigida por el abogado Andrés Barreto, con el fin hacer valer sus derechos, ante lo cual la entidad en un principio respaldó a los cotizados arquitectos que argumentaron que el tiempo para presentar las reclamaciones por acabados venció hace 10 años.
Sin embargo, en las últimas horas, se conoció que la SIC ordenó medidas cautelaras en pelea por millonario edificio, con el fin de evitar daños o perjuicios a los residentes de Peñas Blancas, que esta ubicado en la carrera 1 No. 81 - 20.
En su decisión, la resolución 63310 del pasado 30 de septiembre, la SIC ordenó que se demarque y aíslen las zonas afectadas y se instalen avisos de seguridad. Asimismo, la directora de Investigaciones de Protección al Consumidor, Paola Andrea Pérez, indicó que se debe iniciar una investigación administrativa contra las firmas involucradas. Estas tendrán un plazo de 15 días hábiles, contados a partir de la notificación del acto administrativo, para presentar los descargos, aportar y/o solicitar pruebas.
En el momento, se sabe que la pelea va para largo, pues los copropietarios no solo piensan agotar todos los recursos contra esa decisión judicial, sino que adelantan desde 2019 otra queja en la Secretaría del Hábitat de Bogotá, que ya abrió investigación administrativa por el caso Peñas Blancas.
Sumado a esto, los propietarios contrataron un peritaje de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, que entregó sus conclusiones el pasado 28 de junio. Ese concepto técnico determinó que los daños observados en la fachada de Peñas Blancas corresponden esencialmente a “deficiencias constructivas”, entre las que se identificaron fallas en el diseño geométrico, y no a un problema de calidad en los materiales.
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