La Comisión de la Verdad adelantó un reconocimiento a las víctimas de muertes ilegítimas presentadas como bajas en combate, conocidas como falsos positivos, en la ciudad de Cali. En el evento, más de 20 representantes de grupos de personas afectadas por ese crimen cometido por la fuerza pública exigieron verdad y garantías de no repetición.
Una de las víctimas que tomó la palabra durante el acto de reconocimiento, fue Bertina Badillo, representante de víctimas del Sur de Bolívar, quien se sirvió del espacio para desmentir las palabras de candidata presidencial del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, quien negó de tajo a las víctimas en un foro público de su partido.
Badillo, quien hace parte de movimientos de víctimas del sur de Bolívar, Magdalena Medio y Santander, contó que durante la incursión paramilitar en esa primera zona, fue asesinada su hermana. Ella dejó cinco hijos huérfanos y uno de ellos, durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, fue asesinado por miembros del batallón Pedro Nel Ospina, en una ejecución extrajudicial para presentarlo como bajas en combate.
“En esta semana me causó impresión que, a través de los medios de comunicación, sale la señora María Fernanda Cabal diciendo lo siguiente: que las ejecuciones extrajudiciales, 6.402, reconocidas en la nación, son una mentira. Le digo a la senadora María Fernanda Cabal o “Descabal”, más bien, y a la nación de Colombia, que las 6.402 muertes extrajudiciales no son una mentira”, señaló Badillo.
Junto a otros familiares de víctimas del mismo crimen, que sostenían una pancarta de “¿Quién dio la orden?, la mujer rechazó la falsa aseveración de Cabal, quien atribuyó la supuesta mentira de los llamados ‘falsos positivos’ a la izquierda, con el objetivo de deslegitimar a las fuerzas militares, varios de ellos que han aceptado ante la JEP haber cometido esos crímenes.
“También le digo, como ella dijo, que eso era una mentira de la izquierda. Me atrevo a decirle en mi nombre, en nombre de mi familia, que no soy de la izquierda, no soy goda y no soy cachiporra, no pertenezco a ningún partido político. Aquí estamos porque somos madres que tenemos vientre y derramó sangre en esta nación y nos duele, por esa razón estamos aquí. Yo levanto mi voz hoy, como madre, por una nación que está sumergida en sangre derramada por militares”, sostuvo Bertina Badillo.
La víctima sostuvo que ha mantenido la vocería del caso de su sobrino y de otras víctimas de unas de las zonas más afectadas por el conflicto armado, pese a que varias personas le han advertido que levantar la voz podría imprimirle el rótulo del cementerio.
“¿Será que el general Montoya, el general González Peña, no conocen los símbolos patrios? ¿Será que no conocen, en el escudo que portan muy orgullosamente, que ahí dice Dios y Patria? Porque si no lo conocen yo se los digo, la palabra Dios se refiere a un ser divino que es omnisciente, omnipresente, omnipotente, que es verdad y gobierna el reino de los hombres. La palabra patria se refiere, generales, a todo nacido en una tierra que se hace nación y que es libre. Eso es Dios y Patria, ustedes no son Dios y no han hecho nada por la patria”, concluyó Badillo.
Durante el acto de reconocimiento, Camila Úsuga Vásquez, representante de víctimas en Antioquia, exigió que las víctimas de la población LGTB sean reconocidas como tal, porque algunos comparecientes han desconocido la violencia a la que sometieron a las personas por su identidad sexual.
Fredy de Jesús Martínez, también representante de víctimas en Antioquia, ofreció un mensaje de reconciliación: “Vamos con toda, sin miedo. Por eso, aquí enfrente de la Comisión de la Verdad, hablo siempre con la verdad. Hoy nos ven militares que saben que son culpables, y si en algún momento ellos quieren hablar, yo los escucharé sin rencor. Yo los perdono”.
Alfamir Castillo, representante de víctimas del Eje Cafetero, y Ricaurte García, de Antioquia, coincidieron en rechazar la estigmatización en su contra. “Nuestros hijos no pertenecían ni estaban siendo parte de una guerra que tenía el Ejército, ellos eran civiles”, sostuvo Castillo.
“Las víctimas que estamos aquí pedimos que nos quiten ese nombre de guerrilleros. En ningún momento somos guerrilleros. Nosotros somos campesinos y mineros y solo queremos justicia para nuestros hijos, familiares y vecinos”, agregó García.
El comisionado Alejandro Valencia, quien dirigió el encuentro, señaló que la cifra de 6.402 víctimas de ejecuciones ilegítimas cometidas por las fuerzas armadas durante el gobierno Uribe, que determinó la JEP gracias a un cruce de base de datos y testimonios, no está consolidada, sino que podría aumentar.
“Existe un estimado de 6.402 víctimas en el periodo 2002-2008. Sin embargo, esta es una cifra preliminar que puede tener variaciones en el futuro. La información acopiada por la Comisión de la Verdad da cuenta de que existe un alto subregistro de casos”, sostuvo durante la conclusión del evento.
SEGUIR LEYENDO: