Luego de 30 años, el Partido Comunes reconoce el asesinato del padre José Antonio Beltrán

Rodrigo Londoño lamentó el asesinato del sacerdote y dijo que es “un acto que contradice los principios políticos, ideológicos, organizativos, que constituyeron el proyecto político”

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En la imagen un registro del presidente del partido Comunes, Rodrigo Londoño, conocido en su época de guerrillero como Timochenko, en Medellín (Colombia). EFE/Luis Eduardo Noriega/Archivo
En la imagen un registro del presidente del partido Comunes, Rodrigo Londoño, conocido en su época de guerrillero como Timochenko, en Medellín (Colombia). EFE/Luis Eduardo Noriega/Archivo

El 2 de octubre de 1991 el Padre José Antonio Beltrán fue asesinado por guerrilleros de las Farc luego de hacerlo caminar hasta la quebrada Cucuchonales de Landázuri (sur de Santander) donde le pegaron un tiro en el cuello y dejaron tirado en el agua.

Al menos 100 personas los buscaron entre la selva y los encontraron al día siguiente, conmocionando al municipio por el atroz crimen.

30 años después, el pasado 1 de octubre, miembros del partido Comunes (antes partido Farc) estuvo presente en el acto de verdad, reconciliación y reconocimiento temprano de responsabilidad denominado “En Memoria del Padre José Antonio Beltrán”.

En el evento, Rodrigo Londoño, máximo líder del movimiento que surgió luego del acuerdo de paz entre el estado y la guerrilla de las Farc, Pastor Alape y Carlos Iván Peña, excomandantes del Bloque del Magdalena Medio que operaba en la zona, otros miembros del partido reconocieron públicamente el crimen y pidieron perdón a los habitantes del municipio y familiares del padre por el crimen.

“Estamos cumpliendo un compromiso moral y ético que tenemos con el pueblo de esta región y con Colombia (...) Gracias al proceso de paz pudimos venir a esta comunidad a hacer reconocimiento de ese abominable crimen”, agregó Londoño quien también dijo haber sido muy bien recibidos por la gente.

Agregó, además: “Nos vamos satisfechos, hicimos un compromiso de ayudar a que se implementen los Acuerdos de Paz, que en la base de esos Acuerdos está el desarrollo del campo colombiano”.

Durante el acto, Londoño aprovechó para pedir perdón por el crimen del padre y se ofreció a trabajar con la comunidad para ayudar a crear “tejido social” y aprovechó para reconocer el crimen del sacerdote.

En este acto de contención pedimos sinceramente que algún día nos puedan perdonar y acepten nuestro ofrecimiento de trabajar con ustedes para reconstruir el tejido social que la guerra no permitió tener por su impactante violencia (...) estamos convencidos que la verdad y la paz nos permiten crecer.

Londoño dijo que el crimen del sacerdote “fue un hecho que no tiene justificación (...) un acto que contradice los principios políticos, ideológicos, organizativos, que constituyeron el proyecto político revolucionario de las FARC-EP”.

“Con profundo respeto manifestamos ante ustedes nuestro indeclinable compromiso por la paz, la verdad, la reconciliación y todos los esfuerzos por la no repetición de la barbarie que nos ha estremecido como nación (...) desde lo profundo de mi corazón pedimos que nos permitan ayudar a resarcir el padecimiento y el daño que hayamos ocasionado con la esperanza de que algún día ustedes puedan perdonarnos”, finalizó Londoño durante su intervención en el municipio de Santander.

Según Pastor Alape llegó al frente que cometió el crimen en el año del asesinato y dijo que lo primero que hizo fue descubrir por qué lo mataron.

Desde el inicio aceptamos que fue un crimen contra una persona protegida por el Derecho Internacional Humanitario por su labor como pastor y por su avanzada edad.

Sostuvo además que el sacerdote fue considerado objetivo militar por varios actores armados: “el río Opón hacia Juan Bosco La Verde (Norte) lo consideraban guerrillero por trabajar con las comunidades del sur y del otro lado lo consideraban paramilitar por no negarse a trabajar con esa población”.

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