Lideresas indígenas Awá recibieron amenazas para desalojar el territorio en Tumaco

A través de llamadas telefónicas, tres mujeres líderes de un resguardo indígena y una familia en Nariño fueron amenazadas con ser declaradas objetivo militar por un grupo armado que busca apoderarse de la región

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Pueblo Indígena. Foto: ONIC
Pueblo Indígena. Foto: ONIC

Amenazas, homicidios y minas antipersonas han sumido al pueblo indígena Awá en el terror de la guerra. Este fin de semana, varias lideresas y la gobernadora del resguardo Nunalbí Alto Ulbí recibieron amenazas telefónicas en su contra para desalojar a sus comunidades.

De acuerdo con la Organización Nacional Indígena de Colombia, las personas que recibieron las llamas fueron tres lideresas y varias familia: Aura Melba López García, quien se desempeña como Consejera de Economía y Producción de la organización UNIPA; Yurani López Moreano, Gobernadora del Resguardo Indígena Awá Nunalbí Alto Ulbí; también fue víctima una de las mujeres integrantes de la Asociación Productiva Granja el Maíz y las familias de la comunidad Alto Guelmambí del resguardo en mención.

Los violentos les exigieron a las lideresas cesar las actividades de liderazgo en el territorio y realizar su desalojo, de lo contrario, toda la comunidad del Alto Guelmambí será declarado objetivo militar. Una situación que podría incrementar la ola de violencia que se ha presentado en contra de la población indígena Awá.

“El pueblo Awá es un pueblo milenario con una posesión ancestral de su territorio, en este sentido, es preocupante que este tipo de amenazas este dirigido contra una población civil indefensa, pues en esta comunidad se encuentran aproximadamente 65 familias, entre ellas decenas de niñas y niños, mujeres, adultos mayores, hoy presas de la zozobra y el temor”, señaló la ONIC.

La comunidad decidió declarase en asamblea permanente, debido a que han evidenciado que las amenazas contra su población se materializan en masacres y desplazamientos forzados contra los miembros. Aseguran que se trata de un interés económico por tomar el control territorial, un propósito que impide la gobernanza territorial indígena.

“Reiteramos el llamado al Gobierno nacional, a la Gobernación de Nariño y a la Alcaldía de Barbacoas, para que cumplan con sus funciones constitucionales, garantizando el derecho a la vida, atendiendo los problemas estructurales, reduciendo la inequidad y brechas en los territorios más afectados por el conflicto armado a través de acciones concretas, así como la activación de las rutas necesarias de acompañamiento a la población para evitar una masacre y desplazamiento en este resguardo”, señaló la comunidad.

Los Awá extendieron el llamado a la Defensoría del Pueblo, Procuraduría General de la Nación, al Sistema de Naciones Unidas y a la Cruz Roja para que inste por acciones que permitan proteger la vida de sus miembros y de decenas de menores de edad que, aseguran, están en riesgo.

El resguardo de la vereda El Pailón no es la única que ha sufrido arremetidas violentas, en la vereda La Guayacana en el Resguardo Awá El Gran Sábalo, que hace parte de la jurisdicción de Tumaco y se ubica también sobre la vía que conduce de Pasto a Tumaco, también se han presentado hechos violentos.

Una de las situaciones que han denunciado los Awá es la siembra de minas antipersona en sus territorios. El pasado 30 de septiembre denunciaron que Jhon Alberto Pascal Pascal, de 25 años de edad, coordinador de la guardia indígena, se dirigió sobre las 7:40 de la mañana a la orilla del río Güiza para conseguir un palo que sirviera de remo.

“En ese momento se activó una mina antipersonal, escuchándose un fuerte estruendo. La explosión destruyó el cuerpo de Jhon de modo que su madre solo alcanzó a recoger una mínima parte de sus restos. Jhon perdió la vida por una mina antipersonal dejando a su esposa viuda y dos hijas menores desamparadas”, describió la comunidad.

En esa misma mañana, en la comunidad El Mero, en límites con el resguardo Alto Albí, un grupo de hombres fuertemente armados ingresó al territorio, llegaron hasta una vivienda, obligaron a toda la familia a salir de su hogar, entre ellos un menor de 7 años.

Mientras tanto, en el Gran Sábalo, la lideresa Awá y directora del Centro Educativo Indígena Awá El Verde Martha Lucia Ortiz recibió una llamada telefónica con una amenaza de muerte que le impide continuar con su labor en la institución.

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