Los casos de inseguridad y de robos en diferentes zonas del país siguen siendo noticia, cada día, en los medios de comunicación del país. Un restaurante en el barrio Belén La Gloria en Medellín, se convirtió en uno de los más casos más recientes. Dos hombres en moto llegaron hasta el establecimiento y, armados, intentaron asaltar el lugar, sin embargo, uno de los empleados, como mecanismo de defensa, decidió tomar una de las sillas y lanzarla en contra del hombre que lo estaba hostigando. La acción del trabajador fue efectiva, y el señalado ladrón salió del sitio y huyó con su cómplice.
En un video registrado por las cámaras de seguridad del lugar se ve como la motocicleta, con los dos asaltantes, se detiene en la puerta del restaurante. El parrillero de la moto, luego de entrar al establecimiento, saca un arma de fuego de dentro de su pantalón y se va en contra del empleado que, al parecer, tenía su celular en las manos. El ladrón toma del cuello al empleado del restaurante y, en medio del forcejeo, hace un disparo al aire muy cerca a la cara de la víctima. El trabajador del lugar logra soltarse de los brazos del delincuente, y lanza, al otro extremo de la entrada del lugar, su celular.
El clip deja ver como el trabajador, luego de huir del señalado atracador, se trata de esconder detrás de un mostrador, sin embargo, contrario a ello, toma una de las sillas del establecimiento y la lanza con fuerza en contra de los dos criminales. Al notar que la moto, con el conductor y el parrillero, se alejan de la zona, el trabajador les grita. Detrás de él, una mujer sale y se le ve tratando de persuadir al empleado para que no se ponga más en riesgo y deje ir a los ladrones que, en circunstancias diferentes, pudieron herirlo de gravedad.
Ante este caso, y según explicaron medios de comunicación como Noticias Caracol, la Policía Nacional ha iniciado una estrategia que consiste en camuflar entre los ciudadanos a uniformados de la institución para cuidar a los establecimientos y a sus visitantes y empleados de situaciones peligrosas como la relatada previamente. “La invitación para que sigamos informando, denunciando oportunamente para poner en buen recaudo a estas personas. Por otra parte, estas medidas están encaminadas a la atención de armas traumáticas”, aseguró el comandante operativo de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, coronel José Galindo.
Luego de que se hiciera público el caso de asalto a Macnelly Torres en Medellín, las cifras de robos empezaron a ser divulgadas por las autoridades. Según el brigadier general Javier Josué Martín Gámez, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, los robos en la ciudad, en el transcurso de 2021, se redujeron en un 34% en establecimientos de comercio y en un 23% en restaurantes, respecto a las cifras expuestas en el 2020.
Según la Secretaría de Seguridad de Medellín, en cifras destacadas por El Colombiano, hasta la segunda semana de septiembre de este año, se reportaron 2.054 hurtos a comercio, respecto a los 3.089 que ocurrieron el año pasado. Respecto al hurto a personas, hasta septiembre, se habían registrado 14.435 casos, que, entonces, representan un aumento del 25 % frente al mismo periodo de 2020 en el que hubo 11.522 casos.
Según dijo a El Tiempo Jairo Libreros, experto en seguridad y analista, los alcaldes de diferentes ciudades erraron al hablar de que se habían reducido los robos, pues, esta situación depende, directamente, de las circunstancias atípicas de la pandemia de coronavirus. ”Sacar pecho por una reducción que es ficticia, ante la imposibilidad de convivir en el espacio público, resultó ser un boomerang que terminó afectándolas en términos reputacionales. En segundo lugar, tampoco se prepararon ni entendieron las alertas que muchos expertos lanzaron de la posibilidad de una escalada de la comisión de delitos de características violentas por cuenta de la crítica situación social que se vivía”, argumentó.
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