Han sido 15 los años que Luis Fernando López Escobar se ha dedicado a manejar un taxi en la ciudad de Medellín, transportando de un punto a otro a paisas y turistas; sin embargo, no fue sino hasta esta semana, cuando vivió una experiencia que nunca olvidará, ni él ni sus pasajeras.
El jueves de esta semana, 30 de septiembre, López salió de su vivienda manejando su taxi y esperando que el día fuera lo suficientemente productivo para sostenerse económicamente. Se dirigió al barrio Buenos Aires, como lo hace diariamente, luego de dejar a su hija en su trabajo. Ella es enfermera jefe en el hospital San Vicente Fundación.
Según el relato del taxista a Noticias RCN, cerca de las 8:13 de la mañana del jueves, recogió en ese sector de la capital de Medellín a dos mujeres. Una de ellas se agachaba y se quejaba del dolor, el taxista pensó que se había lastimado el tobillo, pero la acompañante le explicó que la mujer estaba en labor de parto y necesitaban llegar pronto al hospital.
López aceleró el vehículo, pero el centro médico estaba muy lejos y la mujer embarazada cada vez gritaba más por el dolor de las contracciones. El taxista y la acompañante intentaban tranquilizarla y, por su parte, el conductor empezó a recordar algunos conocimientos de enfermería que ha adquirido a lo largo de los años y le daba indicaciones a la mujer para respirar profundo en cada contracción.
“En mi casa, mi mujer es bacterióloga, hay una hermana, una hija y un sobrino enfermeros, o sea que en la casa se respira Medicina por todo lado”, señaló López al medio regional El Colombiano. Además, este hombre de 53 años, fungió como enfermero de combate cuando hizo parte del Ejército Nacional hace 33 años.
Pero las contracciones de la mujer se hacían más fuertes y constantes; López entendió que no iban a llegar al hospital a tiempo y decidió encargarse de la situación con sus conocimientos en enfermería. Retrató al diario paisa que, a la altura de la calle 63, entre las carreras 49 y 50, decidió detener el vehículo para atender la labor de parto de su pasajera.
La mujer ya había manifestado que no aguantaba más y que su hija estaba por nacer, así que el taxista le dijo que, aunque nunca antes había atendido un parto, tenía conocimientos en enfermería y se sentía preparado para atender la emergencia. La pasajera permitió al taxista detenerse y ayudarla.
“Yo paré el carro y fui a la parte posterior. Saqué el botiquín y me puse guantes. ¡Y claro, ya la niña tenía la cabecita afuera!”, expresó el conductor al medio. Salomé nació a las 8:27 de la mañana del pasado 30 de septiembre, en un taxi detenido en el sector de Prado Centro, donde la primera persona en verla fue un taxista paisa.
López explicó que “terminé de sacarla, le giré el cuerpecito, según las instrucciones que uno medio sabe, le quité el cordón del cuellito y arranqué con ella para el San Vicente”, donde esa mañana había dejado a su hija enfermera.
Al noticiero, el taxista explicó que al tener a la niña en brazos le preocupó que las condiciones del lugar afectaran a la niña, especialmente el frío, así que tomó un trapo y se la entregó a la madre para él seguir con su camino hacia el hospital. “Lo utilicé para tapar la niña que estaba muerta del frío y de ahí pa´abajo al trote, pidiendo vía”, señaló.
Salomé y su madre llegaron al centro médico gracias al taxista. En el hospital fueron atendidas rápidamente y los médicos calmaron los ánimos del taxista, pues le dijeron que había atendido muy bien la situación, pues madre e hija estaban en perfecto estado de salud.
SEGUIR LEYENDO: