Hace más de dos meses que el presidente de Haití, Jovenel Moïse, fue asesinado y su crimen hasta el momento no se esclarece. Durante el proceso de investigación 21 exmilitares colombianos fueron acusados del magnicidio; de los cuales 3 murieron; sus cuerpos todavía permanecen en territorio Haitiano; y 18 se encuentran en deplorables condiciones y han señalado que son víctimas de violación de los derechos humanos.
El proceso que cuenta con ayuda de autoridades de diferentes países, ha sido lento y mientras tanto los familiares de los militares por un lado le exigen al Gobierno la repatriación de los cuerpos y por otra las garantías mínimas a los que se encuentran privados de la libertad.
Ente la demanda de las familias, este 29 de septiembre la Cancillería dio a conocer que en el último encuentro que se llevó a cabo entre el cónsul Julio Santa y el ministro de Justicia de Haití, Liszt Quitel, se llegó al acuerdo de que los cuerpos de los exmilitares muertos sería repatriados.
“Se planteó la necesidad de repatriar a Colombia los cuerpos de los colombianos que perdieron la vida tras el magnicidio. Ante la petición, el alto funcionario haitiano se comprometió a adelantar las gestiones pertinentes”, comunicó la Cancillería.
Así mismo, como lo señaló la W Radio, en medio del encuentro se reiteró la solicitud de asesoría jurídica para los hombres que están detenidos y que hasta el momento según las mismas autoridades no han tenido ninguna ayuda judicial, pese a que estas han asegurado que todos los colombianos en el exterior tienen el derecho al debido proceso y serán respaldados por las entidades colombianas.
“las personas que están detenidas tienen que juzgarlas las autoridades haitianas y ha dicho el presidente que si hay responsabilidad cualquier tiene que asumirla quienes sean responsables, pero también tienen el derecho de gozar de un proceso con las garantías necesarias”, comentó la vicepresidenta y canciller Marta Lucía Ramírez en el mes de agosto.
¿Cómo murieron los exmilitares?
El 10 de septiembre mediante una misiva enviada por los colombianos privados de la libertad a su familiares se conocieron detalles de la historia detrás de la muerte de los tres involucrados, así como los testimonios de la tortura y la negligencia que están experimentando aquellos que fueron capturados por el magnicidio.
Según se lee en la carta, revelada inicialmente por el periódico colombiano El Tiempo, “fue herido levemente el señor Duberney Capador Giraldo con esquirla de granada alojada en su cadera, quien quedó en el lugar de los hechos con vida y con la asistencia que le prestó un enfermero; posteriormente fue torturado y asesinado con tiro de gracia por miembro de la Policía Nacional de Haití”. Para este caso, piden una necropsia exhaustiva que confirme el testimonio.
A este relato le siguió el que se levanta alrededor del fallecimiento de Javier Mauricio Romero, quien según los capturados, fue asesinado con una granada de mano mientras manifestaba sus intenciones de rendirse. “Se encontraba sin armamento y en estado de indefensión”, señala la carta.
Finalmente, detallan el fallecimiento accidental de Miguel Garzón: “Al intentar huir para salvar su vida, ante la negativa de la policía haitiana de aceptar nuestra rendición, muere el señor Miguel Garzón, quien se dispara accidentalmente al intentar saltar una pared para preservar su vida”.
Adicionalmente, advirtieron que en la actualidad se encuentran a merced de un investigador de la oficina de homicidios de la policía judicial haitiana que ha demostrado ser “un ‘profesional’ en torturar seres humanos”, que los tiene sometidos a todo tipo de vejámenes.
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