Este jueves el World Wildlife Fund (WWF) dio a conocer el informe ‘Un clima peligroso: deforestación, cambio climático y violencia contra defensores ambientales en la Amazonía colombiana’ en el que señalan que la desmovilización y el desarme de la Farc creó una especie de vacío de poder en esa zona lo que aumentó la explotación de recursos y de actividades económicas ilegales.
La WWF dijo que la Amazonía está enfrentando una “creciente crisis de seguridad, de derechos humanos y ambiental” dado que “las esperanzas de paz y seguridad no fueron cumplidas con el cese al fuego de 2016, señaló Julia Gorricho, asesora de Sudamérica de WWF Alemania.
“Vemos cómo la degradación ambiental y la lucha sin merced por los recursos destruye los medios de vida de incontables personas en el país. Al mismo tiempo, la destrucción de bosques está llevando a una catástrofe climática global”, dijo Gorricho, quien también agregó que la zona está en una espiral de violencia que sigue cobrando víctimas.
El documento detalla que los cultivos de coca, la minería ilegal de oro, la ganadería y la agricultura en esa zona se dispararon tras la salida de las Farc y que esto ha incrementado la deforestación ambiental y destruido el ecosistema.
Y es que hace unas semanas se publicó el informe de la ONG Global Witness, en el que se reportó que 227 líderes ambientales fueron asesinados en el mundo, durante 2020, en ejercicio de la defensa de sus territorios. En este, ColomLo que argumenta el documento es que el 70% de las victimas trabajaban para frenar la deforestación, y todas, menos una, vivían en países en desarrollo. Sumado a lo anterior, la tercera parte pertenecía a pueblos indígenas, incluso, esta población fue el objetivo de cinco de los siete asesinatos en masa registrados contra defensores ambientales en 2020.bia ocupa, por segundo año consecutivo, el primer lugar como el país con mas líderes ambientalistas asesinados en el mundo.
En 2020, en el país fueron asesinadas 64 personas y, de acuerdo con los datos de la organización, Cauca, con veinte casos, fue la zona más peligrosa, seguida de Chocó, con ocho, y Norte de Santander, con siete.
En el país existe un contexto de violencia particular que ha hecho que el riesgo sea inminente. Según el documento de Global Witness hay dos factores importantes, el primero, relacionado a la sustitución de cultivos; y el segundo, el crecimiento en los últimos años de grupos paramilitares.
“Uno de los aspectos claves del Acuerdo de Paz, los programas de sustitución de cultivos de coca para ayudar a los agricultores a cambiar a cultivos legales, se vinculó con 17 ataques letales en 2020. Estos programas han resultado en un aumento de las amenazas de organizaciones criminales y paramilitares dirigidas a las comunidades rurales por su apoyo o participación en programas de sustitución de cultivos ilícitos”, escriben los autores.
Es importante señalar que en el 2020 la agresión más recurrente a los lideres en general, fue la amenaza, se registraron 604; después los asesinatos, que en total fueron 199; luego siguen los atentados, de los que se conocieron 79; y por último, hubo un aumento en detenciones arbitrarias, las judicializaciones y la desaparición, pues se reportaron 200.
De acuerdo con el informe, otros países donde existen riesgos altos para los lideres ambientales son Nicaragua, Brasil y Filipinas, pues se enfrentan a poderosos intereses, según el informe. Además, Centro América y Sur América lideran la lista de asesinatos.
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