A menos de 8 meses de la primera vuelta presidencial en Colombia, el senador Gustavo Petro sigue con su gira por el país promocionando el Pacto Histórico, la alianza con la que pretende ganar la jefatura del Estado colombiano y obtener mayorías en el Congreso; esta vez se dirigió a Popayán y, en una extensa diatriba, expresó lo que tiene planeado en su eventual gobierno y, como es ya usual en él, lanzó varias de sus pullas políticas.
Quizá uno de los apartes del discurso de Petro que más se viralizó en redes sociales fue en el que comparó a la Casa de Nariño con los ‘sótanos del infierno’, los supuestos lugares que, a modo de símil, recorrió la actriz y comediante Alejandra Azcárate luego del show mediático que enfrentó por las avionetas cargadas de cocaína en las que se vio inmerso su marido, Miguel Jaramillo.
“Hay miedo porque llenamos las plazas públicas, porque hay un pueblo que me quiere llevar a los ‘sótanos del infierno’ que es la Casa de Nariño, donde se legisla a espaldas de los ciudadanos”, expresó el jefe del partido de la Colombia Humana.
Sin embargo, aunque hizo esa dura crítica, el exalcalde de Bogotá dijo que espera ser el próximo inquilino del palacio presidencial y desde allí “regresarles el país y a los y las colombianas para firmar proyectos productivos incluyentes y no como ahora, que todo se lo dan unas cuántas familias”, agregó.
En medio de su pronunciamiento, en el que lo acompañaros varios congresistas y más fieles de sus escuderos como María José Pizarro, David Racero, Juan Fernando Velasco y Roy Barreras, Petro repudió el asesinato del líder juvenil asesinado Esteban Mosquera y dijo: “Acá, a unas escasas cinco cuadras, yace aún la figura del asesinado líder estudiantil Esteban Mosquera, porque lo acabaron con sus balas de odio e intolerancia”, sentenció.
Por otro lado, se refirió a uno de los temas que más controversia causa en Colombia: la legalización de la marihuana para fines medicinales e industriales. Sobre el tema, el precandidato respaldó aprobación de la hierva para tales cometidos y así evitar la “represión contra los campesinos del Cauca”, donde queda Popayán, que la cultivan y se ganan la vida con esta.
En su visita a tierras caucanas, el congresista aprovechó para visitar a Santiago de Guambía, un municipio de ese departamento donde se reunió con integrantes y líderes indígenas de la comunidad Misak, quienes también asistieron de manera masiva a la diatriba que Petro expresó donde dio a conocer detalles de cómo gobernaría a Colombia en el próximo periodo.
“En Santiago de Guambía, Cauca. Reunido con la comunidad Misak. Tierra, autonomía y cultura. Estas son parte de nuestras raíces Colombia”, expresó Gustavo Petro en un trino de su cuenta de Twitter.
PETRO EN NARIÑO
En otra de sus visitas por el territorio colombiano, el pasado fin de semana Petro se dirigió a Pasto, Nariño, donde también se dirigió al pueblo nariñense y sorprendió a los asistentes al aceptar bailar la música tradicional de esa región del país.
En medio del evento que se llevó a cabo en la Plaza Nariño, desde la tarima invitaron al político a bailar al ritmo de ‘Los alegres de Genoy’, una agrupación que expone los sonidos más representativos de la región andina.
Allí también comparó la Casa de Nariño con “los sótanos del infierno” al decir que la “oligarquía” fue quien hizo un pacto con el diablo para perpetuarse en el poder y no él, como se le acusó en una cadena de WhatsApp que se compartió en el caribe.
“Me tocó hablar de religión y decir simplemente que si alguien había hecho un pacto con el diablo no era el pueblo, no era su juventud, ni el campesinado de Colombia, ni sus pueblos afros, sino la oligarquía de este país que había convertido el Palacio de Nariño en los sótanos del infierno”, sostuvo el político.
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