Es de la autoría de Juan Gabriel Vásquez, pero se compone de un relato íntimo del cineasta Sergio Cabrera y de varios de los momentos más importantes de su vida, al mismo tiempo que cuenta medio siglo de sucesos históricos marcados por las transformaciones sociales, culturales y económicas. Uno de los momentos personales que el bogotano incluye en su obra, ganadora de la cuarta edición del Premio de Novela Mario Vargas Llosa, es el accidente que tuvo Fausto Cabrera —padre de Sergio— en Bogotá y que tomó por sorpresa a toda su familia.
“Aunque Fausto había tenido siempre una salud envidiable y la fortaleza física de alguien veinte años más joven, también era cierto que acababa de cumplir noventa y dos años muy cargados, y a esa edad todo es más grave: las enfermedades son más amenazantes, los accidentes son más perniciosos. Seguía levantándose a las cinco de la mañana para sus sesiones de tai chi chuan, pero cada vez con menos energía, haciendo concesiones cada vez más notorias al desgaste de su propio cuerpo. Como no había perdido ni una pizca de lucidez, eso lo irritaba enormemente. La convivencia con él, por lo poco que sabía Sergio, se había vuelto tensa y difícil, y por eso nadie se había opuesto cuando anunció que se iba de viaje a Beijing y Shanghái. Era un viaje de tres meses a lugares donde siempre había sido feliz, y en el cual sus antiguos discípulos del Instituto de Lenguas Extranjeras le harían una serie de homenajes: ¿qué problema podía haber? Sí, hacer un viaje tan largo a una edad tan avanzada podía no parecer lo más prudente, pero nadie nunca había convencido a Fausto Cabrera de no hacer algo que ya se le había metido en la cabeza. De manera que fue a China, recibió los homenajes y volvió a Colombia listo para celebrar su cumpleaños. Y ahora, pocas semanas después de regresar del otro lado del mundo, había sufrido un accidente en la distancia que va del sofá a la puerta de la casa, y estaba aferrándose a la vida.
No era una vida cualquiera, hay que decirlo. Fausto Cabrera era una figura de renombre de la cual la gente de teatro (pero también la de la televisión y el cine) hablaba con el respeto que producen los pioneros, a pesar de que siempre lo rodearon las controversias y tenía tantos amigos como enemigos. Había sido el primero en usar el método Stanislavski para interpretar poemas, no sólo para hacer personajes dramáticos; había fundado escuelas de teatro experimental en Medellín y en Bogotá, y una vez se atrevió a convertir la plaza de toros de Santamaría en escenario para una obra de Molière”, se lee en una de las páginas de la novela editada y publicada por Alfaguara.
La China de la Revolución Cultural, los movimientos armados de los 60, la guerra civil española y el exilio en América son algunos de los hechos importantes que se contemplan en la obra literaria y de los que fue protagonista Fausto Cabrera, escritor, poeta, director y actor de teatro y modelo del mismo Sergio.
De hecho, Vásquez habla de las intimidades de la familia Cabrera por fuera de la novela, trascendiendo su obra, dando a conocer además varias de las luchas que tuvieron como espectadores a miles de colombianos y latinoamericanos, pues el siglo XX fue escenario de grandes transformaciones y revoluciones que dieron un ‘timonazo’ a la cultura y la contracultura en toda la región.
“Es una familia que se aproxima a las ideas de izquierda, amparada por los grandes movimientos sociales. Porque, en ese momento, ellos estaban lejos de ser los únicos que creían estas cosas. La revolución cubana implicó una transformación brutal en la psicología de los latinoamericanos. Y les presentó a muchos la posibilidad de una sociedad más justa, más equitativa, donde la gente no fuera explotada y sufriera menos”, mencionó el escritor capitalino en diálogo con BBC, manifestando además el aporte que tiene la literatura colombiana en la búsqueda y construcción de paz, sobre todo de ‘Volver la vista atrás’, que se suma a otros grandes relatos como ‘Será larga la noche’ y ‘Colombian Psycho’, de Santiago Gamboa, así como ‘La perra’, de Pilar Quintana, entre otros.
Vale reconocer que, dentro del legado literario que el bogotano ha construido se incluyen títulos como ‘El ruido de las cosas al caer’ -ganador del Premio Alfaguara de novela 2011-, ‘Historia secreta de Costaguana (2013), ‘Las reputaciones’ (2013) y Canciones para el incendio (ganador del Premio Biblioteca Narrativa Colombiana 2020), entre otros.
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