Kelly Andrade, una joven colombiana de 25 años, trabajaba en Estados Unidos para Michael Esposito, el padre de tres niños que ella cuidaba y el dueño de tres franquicias de comida rápida, en Staten Island, Nueva York. La mujer denunció que el hombre instaló una cámara en el detector de humo de su habitación y que había recopilado horas y horas de imágenes de ella cambiándose de ropa o desnuda.
Andrade empezó a sospechar de la conducta del hombre luego de que lo encontrara en repetidas ocasiones dentro de su habitación con la excusa de que el detector no estaba funcionando bien y que debía repararlo. Según comentó la joven a un diario local, cuando descubrió las cientos de horas de filmación escapó por una ventana antes de que el hombre descubriera que ella sabía de la cámara y corrió a la Policía para denunciar al acosador.
“Tenía mucho miedo. Además de lo que acababa de pasar, ahora no tengo dónde quedarme, estoy en un país completamente desconocido, estoy sola. No tengo dinero, no sé qué voy a comer, no sé qué voy a hacer mañana”, comentó Andrade a un diario local.
La policía arrestó a Esposito bajo los cargos de vigilancia ilegal, sin embargo, fue liberado. Por su parte, el abogado del hombre aseguró que la cámara instalada hacía parte de todo el circuito de vigilancia de la vivienda. Además, alegó que su cliente no incurrió en ningún delito ya que la casa es de su propiedad y él puede tener cámaras en los lugares donde quiera.
Kelly Andrade llegó a ese país a través del Cultural Care Au Pair, agencia que la llevó hasta esa familia para que pudiera trabajar junto a ellos. La colombiana ahora está demandando tanto a la familia como a la compañía, que no respondió por su seguridad y luego de perder su empleo por la denuncia, se quedó desamparada en ese país.
Acoso sexual en Colombia:
Precisamente en Colombia, la situación en material de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes aumentó en niveles significativos durante la pandemia, esto porque los menores pasaron mucho más tiempo en sus computadoras. Según la línea de reporte ‘Te Protejo’, en lo corrido del 2021 se han recibido 14.938 reportes de agresiones digitales, de los cuales, el 51,4 %, 6.818corresponde a contenidos sexuales en los que obligaron a los menores a hacer actos que ellos no querían.
Los reportes también dejaron ver que las niñas entre los 4 y los 13 años constituyen el 84 % (5.744) del total de casos de contenidos sexuales autogenerados. Carolina Piñeros, directora Ejecutiva de Red PaPaz, aseguró a Radio Nacional que estas cifras, de solo el 2021, demuestran que aún faltan muchas acciones preventivas y de control para avanzar en la prevención de la violencia sexual por medio de redes sociales o internet.
“Creemos que debemos hacernos nuevas preguntas y recomendaciones a familias y colegios como: instar a que quien reciba una imagen de una niña, niño o adolescente en una situación erótica, por ejemplo, nunca la almacene; el que seamos conscientes que seguramente quien nos pide que hagamos algo en cámara lo está grabando y alguien lo puede usar luego, es este nuevo concepto de los ‘cappers’ del que poco se ha hablado en Colombia”, aseguró a Radio Nacional.
Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), las mujeres y niñas son las principales víctimas, con el 50 % y el 20 % de los casos, respectivamente.
Cabe señalar, que la ONU señala que el ciberacoso puede llegar a cualquier persona, en cualquier lugar y a cualquier hora, lo cual puede dejar a la víctima en estado de ansiedad constante. De acuerdo con el documento “An Everyday Lesson” de Unicef, las víctimas de acoso son más propensas a abandonar sus estudios, consumir alcohol y sustancias psicoactivas. Sumado a esto, su rendimiento escolar se puede ver afectado junto con su autoestima.
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