Desde el 2020, la Superintendencia de Sociedades le notificó a la empresa Monómeros Colombo Venezolanos que embargaba sus bienes como método preventivo para no causar otro déficit fiscal y ahora, Supersociedades tomó posesión de los derechos económicos que tenía Monómeros en Petroquímica de Venezuela, más conocida como Pequiven, ubicada en Barranquilla.
Pequiven, con sede en la capital del departamento del Atlántico, fue castigada al no declarar “un grupo empresarial en septiembre del año pasado” a la entidad colombiana que hoy emite dicha sanción.
De acuerdo con el folio de la Supersociedades, donde se emiten dichas medidas, el embargo es por la millonaria suma de de $126 millones, que se le comunicó a Pequiven el pasado 31 de agosto del 2021.
“El riesgo de insolvencia que afronta la sociedad es elevado como consecuencia de las restricciones cambiarias que afronta, lo que, se reitera, la ha llevado a incurrir a sobrecostos y , por ende , en pérdida neta”, reza uno de los apartes del fallo de la Superintendencia, donde, además, reflejan la difícil crisis que afronta la organización que alberga más de 560 empleos en la capital atlanticense.
Por otro lado, un funcionario de Supersociedades, que quiso mantener su identidad en secreto, le reveló a la emisora BluRadio, que “la empresa no pagó la multa y la Superintendencia debe proceder como lo indica la ley a hacer los respectivos cobros, que están en etapa de cobro coactivo y jurídico”. En esa línea, la Superintendencia colombiana argumenta que Monómeros debe acceder a créditos de apalancamiento para subsistir, si no, advierten, tendrían otro ‘dolor de cabeza’ encima.
“Es evidente que sin la ayuda de Citibank para realizar la operación cambiaria las posibilidades de que Monómeros vuelva a contar con el apoyo financiero que requiere para normalizar sus operaciones en el corto, mediano y largo plazo, son remotas”, se lee en el documento que fue conocido por la emisora Caracol Radio.
Esta sanción se conoce al mismo tiempo que la crisis financiera de Monómeros sigue devaluándose con el paso de los días, dadas las dificultades que enfrentan para realizar sus actividades comerciales y agroindustriales que vienen de sus proveedores, además de las trabas que poseen para acceder a la banca comercial.
La expresidenta de la Junta Directiva de Monómeros, Carmen Elisa Hernández, le contó al diario La Libertad varios de los detalles que afronta hoy la multinacional de origen colombo venezolano, y de la que Nicolás Maduro quiere retomar el control. “Si sumamos la alta dependencia de Monómeros con los prestamistas y las declaraciones de régimen que piden que la empresa vuelva a sus manos, esto está generado una desconfianza terrible con los proveedores”, expresó la exfuncionaria, mientras que dio a conocer las afectaciones que tendría el régimen venezolano tanto en Monómeros como en Pequiven.
“Cuando la banca colombiana llega al punto de la validación del accionista comienzan los problemas porque el principal accionista está en Pequiven, en manos del régimen”, aseguró a ese portal regional.
Hernández también reveló que la empresa ha logrado subsistir pese a uno de sus momentos más complejos gracias a las líneas de crédito que varios de los proveedores de la compañía les han abierto para subsistir.
Asimismo, desde la Cámara de Representantes, específicamente en la comisión de Contraloría, aseguraron que realizarán una auditoría a la empresa dado que “hay 2000 personas en Barranquilla a punto de perder su empleo en una empresa de más de 53 años de existencia, pero por otra parte también se pueden ver afectados 880.000 agricultores que de una u otra manera podrán tener en el insumo llamado fertilizante una variación en sus precios habida cuenta que ese mercado tendría que ser atendido por multinacionales”, expresó el representante a la Cámara por el Atlántico, César Lorduy, quien culpó de esa crisis a las peleas entre los gobiernos de Maduro y Juan Guaidó.
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