Tampoco cesan los homicidios de los otrora combatientes de la extinta guerrilla de las Farc, de acuerdo con datos del Instituto de Estudio para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), donde informaron que la víctima más reciente fue un firmante del acuerdo de paz con el Estado colombiano.
El hombre fue identificado como Manuel Mena Viveros, quien estaba en proceso de reincorporación en ese departamento del Pacífico. El homicidio fue perpetrado en el barrio El Futuro de Quibdó, capital del departamento.
La Defensoría del Pueblo también había emitido una alerta sobre el peligro que corren los residentes de Chocó, especialmente los firmantes del acuerdo, líderes sociales y algunos menores de edad.
La violencia además se incrementó en la zona debido, especialmente, a la presencia de grupos armados y los constantes enfrentamientos entre bandas que actúan en dicha región, tal y como ha denunciado el Indepaz, que ha afirmado que entre ellas se encuentran también el Ejército de Liberación Nacional (Eln), las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc) y la banda Los Mexicanos.
La Defensoría ha detallado que de las 30 alertas tempranas emitidas en Chocó, 16 se mantienen vigentes, por lo que se estima que más de 390.000 personas se encuentran en peligro en dicho departamento.
Previo a este crimen, en agosto se había registrado la muerte de cinco excombatientes más. Entre ellos se encontraba Blanca Rosa Monroy, quien fue ultimada en una reunión en la que departía con más personas en Pereira (Risaralda).
La mujer estaba también en proceso de reincorporación en la capital risaraldense y formó parte de la Unidad de protección (UNP).
También en ese mes, asesinaron en el municipio de San José de la Fragua (Caquetá) al excombatiente Jair Danilo Calderón Aranda, quien estaba en proceso de reincorporación en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Montañita en el mismo departamento.
Calderón fue ultimado por hombres armados en la vereda La Luna y su cuerpo sin vida fue hallado con varios impactos de arma de fuego.
El 10, de ese mismo mes, ultimaron a José Harleyo Popayán que estaba en el ETCR de Nariño. El firmante del acuerdo, quien tenía 50 años, lo ultimaron hombres armados cuando jugaba fútbol y departía con sus allegados y horas después hallaron su cuerpo con impactos de bala.
Dos días antes también fue asesinado en el municipio de Isnos (Huila), en el centro del país, donde fue asesinado Gilberto Samboní Quinayas, de 48 años, que se encontraba en proceso de reincorporación.
En los primeros testimonios del hecho se señaló que el excombatiente se movilizaba junto con su esposa en una motocicleta por la vía a Bordones, cuando fueron interceptados por hombres armados que abrieron fuego en contra de ellos.
En el periódico Diario del Huila señalaron que el hombre falleció en el lugar tras el ataque, mientras que su compañera sentimental fue llevada al hospital de Pitalito, donde permanece con pronóstico reservado.
Ese mismo día, pero en el sur del país, en El Paujil (Caquetá) fue ultimado Hernán Estiven Vásquez que formó parte de la zona veredal de transición y normalización Heiler Mosquera en Puerto Asís (Putumayo).
En la información preliminar que obtuvo Indepaz se señala que el cuerpo sin vida del excombatiente fue hallado en la vereda Concordia de Paujil con impactos de bala.
En la cuenta oficial de Twitter de Comunes, el partido político de los antiguos guerrilleros que surgió como parte del Acuerdo de Paz, destacaron que Vásquez estaba estudiando Medicina en Cuba y que se encontraba de licencia en el país.
“Es muy doloroso para quienes creemos en la paz en Colombia y le apostamos a su construcción diariamente, ver que no hay garantías de vida para los firmantes que trabajan por cambiar las condiciones de vida de los y las humildes del país. Hernán es y será ejemplo para un país que sueña con una medicina al servicio de los desposeídos”, señalaron en un comunicado.
Dos días después ocurrió el crimen de José Harleyo Popayán, de 50 años, quien se encontraba en proceso de reincorporación en el departamento de Nariño.
Su homicidio ocurrió en la vereda El Cucho, que se ubica en el municipio de Leiva (Nariño). En los testimonios que obtuvo Indepaz, se conoció que el excombatiente salió a jugar fútbol y a departir con algunos de sus amigos. Pero horas después se halló su cuerpo sin vida con impactos de bala.
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