El desierto de la Tatacoa es uno de los destinos más deslumbrantes de Colombia. Está ubicado a 30 minutos de la ciudad de Neiva y el paisaje encanta a nacionales y extranjeros por su fascinante mezcla de diferentes matices de color naranja, que en la noche se adornan por una impresionante capa de estrellas.
Pese a que usualmente se le conoce como desierto, en realidad se trata de un bosque seco tropical donde los protagonistas son cactus de diferentes tamaños, con extensos laberintos de tierra y mesetas.
Los mejores planes para disfrutar del desierto de La Tatacoa
Recorrido por los laberintos de Cuzco y Los Hoyos
La experiencia de caminar por estas dos zonas en las que se divide el destino es cómo pasar de la Luna a Marte en un momento. Esto ya que en la zona de Cuzco, proliferan laberintos formados por montículos de arena con intensas matices que van desde el rojo hasta el naranja.
Luego, es posible llegar a Los Hoyos, donde el paisaje es gris y de alto interés paleontológico. En el recorrido por estos dos sectores puede conocer lugares El Cardón y el mirador de Ventanas, donde los visitantes pueden conocer el zoológico de arena y asimismo disfrutar de la vista impresionante del desierto del Huila.
Llegar hasta el Valle de los Xilópalos
Luego de recorrer las zonas de Cuzco y Los Hoyos es posible llegar hasta el Valle de los Xilópalos, un lugar especial y poco explorado donde proliferan grandes cañones así como cactus gigantes que forman un paisaje inigualable y lleno de misterio.
Conocer el Observatorio Astronómico
En el Observatorio Astronómico de La Tatacoa los visitantes pueden ver las estrellas a través del telescopio astronómico y participar en charlas sobre astronomía. Además, en el mes de agosto es posible ver la ‘Lluvia de las Perseidas’, un espectáculo estelar de gran belleza en el que se pueden ver hasta 200 estrellas por hora.
Pedir un deseo en el Valle de los Deseos
Se trata de un lugar lleno de paz y silencio que se caracteriza además por sus amplias llanuras que terminan en la cordillera Central. Asimismo, es reconocido por los denominados “fantasmas de piedra”, unas figuras formadas naturalmente que precisamente parecen siluetas de fantasmas.
Allí, la tradición de los visitantes es hacer pilas de rocas y pedir un deseo que, según cuenta la leyenda, se cumple si el viento logra tumbar al suelo la mística torre.
Sin duda, el destino comprende una tierra de ensueño, ideal para visitar con los que más se quiere; por eso hoy en Infobae Colombia le contamos cómo llegar y algunos de los planes que no puede perderse allí:
Llegar al desierto de la Tatacoa desde Bogotá
Partir de la capital colombiana es lo más recomendado para llegar al destino. Una ruta de 360 kms, con una duración de cinco a siete horas, según el número de paradas. Empieza saliendo por el occidente de Bogotá, específicamente por la calle 80, buscando el desvío a Soacha, saliendo para La Mesa.
Esta ruta permite recorrer los cálidos municipios de Melgar, Girardot, Flandes y El Espinal hasta llegar a Neiva, la capital de Huila, desde donde se puede llegar fácilmente al desierto.
De igual forma, hay otra manera de llegar por la carretera de Villavieja, una ruta que permite entrar por la parte trasera del desierto y es ideal para quienes quieren hacer un recorrido off road o todoterreno, ya que al llegar al municipio de Flandes se puede optar por usar una chalupa (canoa) para pasar la moto por el río Magdalena y cruzar hacia el Espinal, desde donde también se puede llegar a La Tatacoa.
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