Mateo Reyes habló por primera vez sobre la muerte de Ana María Castro

En la audiencia participaron los testigos de la Fiscalía, incluyendo el conductor que asegura haber visto cómo la joven fue lanzada del automóvil de los acusados

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Mateo Reyes y Ana María Castro
Mateo Reyes y Ana María Castro

El testimonio más esperado del caso terminó en un recuerdo borroso. Mateo Reyes, el único hombre que viajó en el vehículo del que cayó Ana María Castro y no se encuentra detenido, reiteró que no recuerda mayores detalles de la madrugada en que murió la joven.

Desde Estados Unidos, donde permanece desde la muerte de Castro, compareció en la audiencia de este 20 de septiembre, en un extenso interrogatorio. Reyes es uno de los testigos del ente acusador para la hipótesis que sostiene que Castro fue lanzada de la camioneta que conducía Paul Naranjo junto a Julián Ortegón, acusados de homicidio.

Reyes, de acuerdo con el diario El Espectador, contó que conocía a Castro con anterioridad en una fiesta en Cajicá y se relacionaban generalmente en ese contexto. También, que la noche del 4 de marzo de 2020 terminaron con varios amigos y conocidos en la zona rosa de la calle 116, al norte de Bogotá, donde permanecieron antes de que ocurriera la muerte de la joven.

El testimonio de Mateo Reyes, la cuarta persona al interior de la camioneta de Naranjo, estuvo rodeado de lapsus de memoria. Según dijo, esa situación era común cuando tomaba licor, por lo menos cuatro veces antes, y una de ellas le produjo problemas, citó la Revista Semana.

Tras estar en la fiesta y ya de madrugada, decidieron ir a continuar la rumba en una casa, salieron del bar y se dirigieron en vehículos al otro lugar. Ese pedazo de la historia lo contó otra de las testigos, Paula Ramírez, quien intentó evitar que Castro se fuera.

La joven, según El Espectador, contó que vio a Ana María muy ebria y se ofreció a llevarla a la casa pese a que llevaban varios años sin hablar. Sin embargo, su amiga se negó, Reyes se tornó agresivo y la empujó, y Julián Ortegón la alejó del vehículo para evitar problemas.

Así, los cuatro se fueron en la camioneta Kia de Naranjo hacia la casa de otro conocido a continuar la fiesta. Mateo Reyes aseguró que iba en un vehículo cuando le dijeron que no podía ir y se tenía que bajar, a lo cual obedeció.

“Me bajo, estoy como en el andén o en la calle, y después veo una camioneta negra a mi derecha, no sé a qué distancia estaba, arranca y Ana cae al suelo. Salgo a ayudarla lo más rápido que puedo”, recogió el diario sobre el testimonio.

Reyes aseguró que Castro quedó inmóvil sobre el andén, en una posición antinatural que lo impactó. Trató de pedir ayuda con desespero, pues según dijo se abalanzó sobre los carros que pasaron sobre la calle 80 y recuerda haber quedado sobre el capó de uno de ellos para pedir que ayudaran a la joven.

Mateo respalda la hipótesis de los celos como detonante del altercado al interior del vehículo que lleva la Fiscalía. “Lo único que se me puede ocurrir por la cabeza es que haya pasado algo con Ana, que me haya besado con ella o algo así, y que por ese motivo me haya tenido que bajar porque no se me ocurre nada por lo cual me dijeron que no podía ir a la casa”, sostuvo según citó la emisora Blu Radio.

Sin embargo, negó recordar en qué lugar de la camioneta iba o quién le pidió que se bajara del vehículo. Su versión es respaldada por Daniel Alejandro Novoa, un conductor que trabajaba con una plataforma de transporte, y asegura haber visto el momento en que Castro fue lanzada de la camioneta.

Él asegura que estaba a 20 metros del lugar de los hechos, vio la camioneta azul oscuro y vidrios polarizados reducir la velocidad, que la joven fue lanzada por la puerta trasera derecha y tras caer el carro arrancó bruscamente.

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