Sebastián Montoya, el hijo del corredor colombiano Juan Pablo Montoya, viene de ocupar un puesto en el podio y de dos abandonos en la pasada triple fecha de la Fórmula 4 italiana en el Red Bull Ring de Austria.
El hijo del mejor corredor de F1 del país se encuentra en el Prema Powerteam. Con su reciente actuación en la escudería Telmex Claro se posicionó en el tercer puesto de la tabla, con 118 puntos, corriendo así su segunda temporada en la F4 italiana.
En entrevista con el periódico El Espectador, Sebastián Montoya habló del tipo de corredor que es, cómo el legado, el cual viene desde su abuelo, ha influido en él, por qué pasó de los karts a los monoplazas, entre otras cosas.
Sobre cómo han influido su abuelo y su padre en su camino comentó que a diferencia de su padre él creció en el viejo continente donde se “maneja como una abuelita”. “En cambio mi papá siempre creció con carros que no tenían mucho control o drift, pero sí mucha potencia, entonces se resbalaba y él es algo diferente. Yo tengo eso de mi abuelo, que era así de suave, y de mi papá la agresión y las ganas de pasar. De chiquito yo salía a practicar con él y nos pegábamos, nos pasábamos y nos reíamos; entonces eso lo cogí de él”.
Juan Pablo Montoya ha dicho en diferentes ocasiones que su hijo no es consciente de lo bueno que es. Sebastián le contó a El Espectador que siempre su padre le ha mencionado que: “Ay, eres bueno, sí, sí, no te preocupes”, “buenos trabajos, buenas remontadas”.
Por otro lado, la llegada a la Fórmula 4 italiana fue para aprender, además, considera que la manera de realmente mejorar es eligiendo lo más difícil. “Yo siempre me he tirado a la boca del lobo, así me gusta, así es que se aprende... no con trofeos cada fin de semana”.
Ahora, sobre el cambio de los Karts a los monoplazas se dio porque, según Montoya, “el feeling cuando vas de karts a carros es complicado”, entonces, para el corredor de 16 años: “no sabía lo que necesitaba para llegar rápido, no estaba muy cómodo en el carro. Este año me enfoqué en eso: en entender qué necesitaba para ir rápido y hace un año y medio no tenia idea de qué hacer. ¡Y ahora tengo media idea y vamos muy rápido!”.
Frente a esto, el feeling que siente Sebastián Montoya es “encontrar un balance que uno se da cuenta. Es un flow, un ritmo al que uno entra y poco a poco vas encontrándolo y todo empieza a funcionar”.
El hijo de Michael Schumacher, Mick, también se encuentra siguiendo los pasos de su padre, al igual que Sebastián Montoya. Teniendo esto en cuenta, una de las preguntas de dicha entrevista fue si se imagina un día corriendo contra Mick, a lo que contestó que: “Obvio, sería bonito correr contra Mick; repetir historias también es chévere. El hijo de Ralf Schumacher también está camino a la F1. Dos Schumachers con un Montoya sería interesante en el futuro, pero obviamente si yo estoy en un carro más rápido, más adelante y no me toca pelear con ellos, eso también estaría bien [risas]. Pero si nos toca pegarnos en la cabeza siempre estoy listo para eso. Con el que sea”.
Asimismo, contó uno de los peores regaños que recibió de su padre al terminar una carrera. “La primera vez que largué en Europa en el Mundial, largamos y un compañero me miró y cruzo contra mí y salí volando. Llegué a los pits casi llorando y yo le dije: “Pero me pegaron, casi me sacan, ¡ese man me quiere matar! Y me dijo: “Bienvenido a correr en Europa”. Y yo diciéndole que casi me mata. Él me dijo: “¿Por qué te pusiste en esa posición?”. Y yo como... ¿qué? Uno saliendo llorando y el papá coach diciéndole a uno: “¿Qué quieres que haga?”.
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