Después de la presentación de su libro coescrito con el expresidente Juan Manuel Santos, ‘Una conversación pendiente’, Ingrid Betancourt (Bogotá, 1961) mantuvo su actitud crítica ante el gobierno del presidente Iván Duque, quien se encuentra en Visita de Estado en España.
La figura política y escritora estuvo del lado de los escritores colombianos que no fueron considerados para hacer parte de la agenda cultural de la Feria del Libro de Madrid.
En el lanzamiento del volumen, y ante un auditorio hasta las banderas, calificó de irrespetuosa la no presencia de nombres rutilantes de la literatura colombiana en el prestigioso evento cultural:
En Colombia hay muchas personas que piensan diferente al Gobierno actual y por pensar diferente fueron sancionadas. Que no estén aquellos que nos representan no es sólo un error del Gobierno, es un irrespeto
En una entrevista con la Agencia EFE, Betancourt mantuvo su distancia crítica con el gobierno, pero se permitió exceptuar al actual mandatario del entramado político del país.
En referencia al presidente, Ingrid Betancourt lo caracterizó como un hombre con “buenas intenciones, pero maniatado por su entorno”. Para la excandidata, el primer encuentro que sostuvo con Duque le causó una “buena impresión” pero insistió en que “no valen solo las buenas intenciones” y que su círculo cercano “no le deja hacer transformaciones” en el país.
Su crítica está en sintonía con lo que ella piensa de la clase política colombiana y que fue su bandera política en los tiempos en que ejerció como congresista por el Partido Verde: un entramado de corrupción en el que el narcotráfico y distintos actores armados hacen presencia.
De acuerdo con Betancourt, en Colombia “la corrupción mata” dado que el poder político, por acción y por omisión, hace parte de un sistema que excluye violentamente a quienes le incomodan. Para la excandidata, estas “personas incómodas al sistema” son los testigos clave de las componendas entre el narcotráfico y la clase política.
“He sido traicionada por la política colombiana; es un ruedo de artimañas y mentiras, y una tiene que saber no dejarse contaminar”, declaró Betancourt, quien junto al expresidente Santos regresará a Colombia para presentar su obra conjunta el próximo 28 de septiembre.
La escritora y figura política se reunirá con los líderes de la Coalición de la Esperanza así como con otras figuras alternativas que disputarán las presidenciales de 2022. Betancourt afirmó no buscar figuración electoral en su regreso al país sino que su labor será la de “aportar ideas a los jóvenes políticos de centro que rechazan la polarización”, recalcó en la entrevista con EFE.
La opinión de Ingrid Betancourt contrastó con el abierto apoyo que emitió el premio nobel peruano, Mario Vargas Llosa, a la labor de Iván Duque al frente de los destinos de Colombia.
Vargas Llosa, quien conversó con Duque de temas de coyuntura como la migración venezolana al país y de libertades económicas, afirmó que tenía admiración por el país “y ahora, sobre todo, con el presidente Duque al frente”.
Pese a este respaldo, el paso de Duque por Madrid no ha sido de buen recibo entre algunos sectores, especialmente culturales, los cuales se han movilizado para criticar el veto a los escritores colombianos además del desempeño de su gobierno en sensibles aspectos sociales.
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