La cárcel El Pedregal, ubicada en el occidente de Medellín, es uno de los centros penitenciarios más criticados por la falta de garantías para el personal privado de la libertad. Esta vez, el recinto es noticia por una intoxicación masiva de al menos 600 internas por el mal estado de los alimentos suministrados.
Según El Colombiano, quien denunció los hechos fue el abogado Jorge Alberto Carmona Vélez, defensor de los derechos humanos de los presos, quien denunció que los alimentos que ingieren los reclusos se encuentra en “estado de descomposición”.
Frente a la denuncia, la Secretaría de Salud evaluó el estado de 1.170 reclusas y la condición de salud que presentaron. El resultado dio con 620 privadas de la libertad reportando dolores de cabeza, pesadez abdominal, malestar general, diarrea y vómito. Según el medio local, los síntomas pudieron ser resueltos con medicamentos.
“Se hizo manejo con hidratación oral y medicamentos para el dolor de cabeza y las náuseas, con lo que se pudo resolver la situación crítica. Es importante enfatizar en la necesidad de garantizar alimentos en buen estado para que esta situación no se vuelva a presentar. En el lugar se evidenció la presencia de alimentos en mal estado”, señaló Rita Almanza, epidemióloga de la Secretaría de Salud.
Por esto la autoridad selló el servicio de comidas del centro penitenciario. En palabras de Luz Bibiana Gómez Montoya, líder del proyecto de Vigilancia Sanitaria de Medellín, se evidenció “ausencia de procedimiento de limpieza y desinfección, mal almacenamiento de alimentos, entre otros factores y por tanto se ordena la clausura temporal del servicio de alimentación o el lugar de alimentación de alimentos”, aseveró.
Sin embargo, existen denuncias que indican que el centro penitenciario sigue ofreciendo comidas a sus reclusos. Según la administración de la cárcel, en diálogo con el Colombiano, se determinó que la cocina se usará hasta el viernes. “Prima la situación general de los internos. Estos no se pueden poner a aguantar hambre”, fue la frase con la que explicaron la situación.
Por otro lado, Carmona Vélez, denunció responsabilidad en la reapertura. “El malestar hoy de los privados de la libertad que denuncian a la Veeduría Penitenciaría Nacional, dicen que de manera inescrupulosa irresponsable retiraron los sellos y abrieron nuevamente el rancho y ahí están cocinando”, indicó, según el reporte de Blu Radio.
Según Caracol Radio, por el desacato, la cárcel de El Pedregal puede ser sometida a multas económicas si no se cumple de forma inmediata con el cierre.
Frente al caso, la Personería de Medellín hizo presencia y, en una reunión con las autoridades municipales en salud, “se confirmó la decisión de mantener la clausura total temporal de las instalaciones donde opera el suministro de la alimentación de la cárcel El Pedregal”.
El Ministerio Público, a su vez, hizo un llamado a la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios de Colombia (USPEC) para que respondiera en el marco de sus competencias. “De igual manera, se indicó que la judicatura el 14 de septiembre le ordenó tomar medidas de contingencia de manera ‘inmediata’ de lo contrario habrá lugar a interponer un incidente por desacato”, trinó la entidad.
No es la primera vez que El Pedregal recibe denuncias por el estado de los alimentos para los reclusos. En 2018, se reportó el suministro de papas podridas, carne descompuesta, arroz frío y demás alimentos de difícil ingesta. Incluso, las porciones fotografiadas por las autoridades mostraron porciones pequeñas que no saciarían las necesidades del personal.
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