La vuelta a Colombia en seis postres tradicionales

Colombia es un país rico en biodiversidad y por eso en sus tierras proliferan un sin fin de ingredientes que hacen de su gastronomía una de las más apetecidas del continente.

Y es que no por nada el país se consolidó en 2020 como destino líder culinario, siendo condecorado con este título por los World Travel Awards, conocidos también como los ‘Óscar del Turismo’.

Pues bien, dentro de la amplia gama de sabores, texturas y olores que se desprenden de las distintas regiones colombianas existen placeres dulces, imposibles de resistirse. Pensando en ello, hoy en Infobae Colombia le contamos sobre seis postres que probar en los diferentes parajes del país:

El copoazú es una de las frutas más promisorias de la región Amazonia colombiana. Algunos de los principales productores se encuentran en los departamentos del Caquetá y el Putumayo, y en gran medida se da en el Amazonas.

También conocida como ‘cacao blanco’ (por sus propiedades similares a las del cacao), solo crece en esta selva suramericana y si bien, su sabor es incomparable, algunos experto, como el productor local, Alejandro Álvarez, asegura que “tiene un toque parecido a la guanábana”.

El dulce o crema hecho a base de esta exótica fruta consiste en una deliciosa mezcla de su pulpa, crema de leche y leche condensada, que da paso a la creación de una variedad de postres artesanales como helados.

Se trata de una preparación hecha a base de topocho, un tipo de banano o plátano con un destacado sabor dulce que es muy popular en la gastronomía de la región Orinoquía de Colombia.

El proceso que da lugar a este manjar llanero, parte desde un puré de topocho al que se le agrega una taza de azúcar para luego dejarlo cocinando hasta que llegue hasta el punto deseado.

El enyucado es uno de los postres más tradicionales de la región Caribe, cuya receta ha pasado de generación en generación entre las familias de esta zona del país. Consiste en una preparación hecha a base de yuca, coco rallado, leche de coco, queso costeño, azúcar, semillas de anís, crema de leche además de mantequilla, canela y vainilla al gusto.

Es muy popular en las calles de ciudades como Barranquilla, donde vendedoras de bollos y dulces típicos invitan día a día a los transeúntes a probar este delicioso manjar costeño.

Este postre es uno de los más antiguos manjares que viven en la tradición del departamento de Antioquia. Su origen remonta a épocas donde, al no contar con refrigeración, los campesinos aprovechaban la leche que quedaba y que se cortaba para preparar este postre.

Hoy en día, se preserva la receta, pero la leche se corta con limón y luego de ello se endulza con panela además, se le añade un toque de canela. Así entonces, la preparación se pone a fuego lento hasta que se forman pequeños grumos que indican su punto exacto.

Salamina es uno de los pueblos más tradicionales del Paisaje Cultural Cafetero y fue donde tuvo origen la Macana, un delicioso postre hecho a base de leche, galletas de soda, mantequilla, canela y azúcar.

Su preparación es muy sencilla y consiste en poner todos los ingredientes a cocinar a fuego lento. Luego de ello, hay que mezclar muy bien hasta conseguir una colada que, para el disfrute pleno del paladar, se sirve caliente.

En la región Pacífica de Colombia es posible encontrar una amplia variedad de preparaciones dulces como las famosas chancacas o cocadas, pero sin duda una de las que no se puede dejar de probar allí, más precisamente en el Valle del Cauca, es el Manjar blanco.

Se trata de una preparación tradicional a base de azúcar blanca de caña y leche de vaca, con adición de harina, principalmente de arroz. En algunos casos, se agrega uvas pasas o brevas para darle un toque especial a la mezcla.

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