En su visita a España, el presidente colombiano, Iván Duque, será condecorado con la Gran Cruz de Isabel la Católica, una de las máximas condecoraciones que otorga el Estado español.
Sin embargo, movimientos sociales como Defendamos la Paz se mostraron en desacuerdo de que España entregue la distinción al jefe de Estado. “El partido de Gobierno prometió “hacer trizas la paz” y el presidente Duque se acometió a ello. Listamos aquí algunos hechos que lo demuestran”, señaló la organización en un comunicado.
En el escrito, agrega varios puntos que a su consideración, no tienen por qué exaltar el trabajo del mandatario. “Según el partido Comunes, 285 excombatientes han sido asesinados al punto que esta situación de vulnerabilidad de derechos ha llevado a la Corte Constitucional de Colombia a analizar demandas que podrían pronto llevar a una declaración del estado de cosas inconstitucional”, relató Defendamos la Paz.
Otro punto, es que la Defensoría del Pueblo reportó 182 líderes y lideresas sociales asesinados y unas 30.000 personas desplazadas solo en 2020. Mientras que la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas en Colombia confirmó la ocurrencia de 76 masacres con 292 víctimas ese año.
“El Gobierno continúa atacando al Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de No-Repetición, intentó reformarlo sin éxito y, a menos de un año de cambio de gobierno, continúa sus gestiones para modificarlo de manera unilateral”, expone ese movimiento social.
Defendamos la Paz, es un movimiento que reúne a las delegaciones negociadoras del Acuerdo de Paz con las Farc, los facilitadores del proceso de paz con el ELN, líderes y lideresas sociales, exministros y exdirectores de departamentos administrativos y miembros de organizaciones no gubernamentales.
La visita oficial del presidente tiene lugar en un momento en que se cumplen 140 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países. Con esta visita, Duque inicia una gira por diversos países europeos, entre ellos Francia, Reino Unido e Italia, con el principal objetivo de avanzar en materia de acuerdos económicos con la Unión Europea y profundizar las relaciones bilaterales.
El presidente Duque ha expresado su deseo de “consolidar, fortalecer y proyectar en el tiempo” las relaciones bilaterales; ha destacado la importancia de las relaciones empresariales y económicas, y ha celebrado que Colombia sea país invitado en la Feria del Libro, confiando en que la “grandeza inmensa de nuestro idioma castellano”.
Es de resaltar que sobre este evento también se desató toda una polémica luego de que la revista W Magazín publicara un artículo en el que señaló que autoras y autores habían sido excluidos de la Feria por su postura frente al gobierno. El embajador de Colombia en ese país, Luis Guillermo Plata, se retractó de haberse referido a los escritores seleccionados como ‘neutros’ es decir, que no tenían opinión, al menos negativa, del gobierno.
Plata salió a decir, en el portal Libertad Digital, que lo que primó en la escogencia de los escritores fue tener ‘neutralidad’. “Uno no quisiera que una feria literaria se convirtiera en una feria política. Ni para un lado ni para el otro. (…) Se ha tratado de tener cosas neutras donde prime el lado literario de la obra”, manifestó.
A causa de esto y de la sospecha de que el gobierno Duque no quiso invitar literatos críticos de la gestión del Presidente, la autora, Melba Escobar, declinó su participación en el evento al que no fue invitada ni Carolina Sanín, ni Pilar Quintana, Santiago Gamboa, Héctor Abad o Piedad Bonnett, algunas de las más importantes plumas contemporáneas.
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