El próximo 16 de septiembre se realizará la audiencia previa del juicio contra el mayor de la Policía Jorge Mario Molano, quien se encuentra suspendido por, presuntamente, haber disparo en contra del joven de 17 años Santiago Murillo en la ciudad de Ibagué y causarle la muerte.
A inicios del mes, la Fiscalía General de la Nación radicó el escrito de acusación y se citó la audiencia para el Juzgado Tercero Penal del circuito que será el juez de conocimiento previo a la etapa de juicio. Esto, luego de que la Corte Constitucional decidiera que el caso debe resolverse en la justicia ordinaria y no en la militar.
Será la primera acusación contra un uniformado de la Policía, entre los más de 70 crímenes que se le atribuyen cometidos durante el paro nacional que inició el 28 de abril y se extendió por más de dos meses. Sin embargo, para la Fiscalía, el crimen no se cometió en medio manifestaciones ni ninguna alteración del orden público, sino todo lo contrario.
El diario El Espectador reveló apartes de la acusación que radicó el ente acusador en la que se sostiene que el uniformado Jorge Mario Molano disparó sin motivo aparente en contra del joven, en la noche del 1 de mayo.
Los testimonios recogidos por la Fiscalía, y con base en informes periciales, descartan que el joven Murillo se desplazara esa noche hacia las manifestaciones que se adelantaban en la calle 50 con carrera 5, como se sostuvo el día de los hechos.
Según lo revelado por la Fiscalía, Santiago había salido esa tarde a visitar a su novia que vive a pocas cuadras de su casa y, sobre las 8:44 pm. caminaba detrás de un grupo de tres jóvenes que se dirigían a las manifestaciones, a quienes no conocía, con rumbo a su casa.
Así llegó el joven hasta la calle 60 con carrera 5, sector conocido por ser la esquina de la Panamericana, donde se encontraban varios uniformados porque minutos antes hubo manifestantes que atacaron el edificio de la papelería.
Las cámaras de seguridad muestran que al momento de la llegada de Santiago Murillo a ese punto, la situación ya estaba en calma y, según cita El Espectador, la Fiscalía sostiene que “no existía el más mínimo peligro ni para el oficial ni para los agentes a cargo de este”.
En ese momento, Molano accionó su arma e hirió al joven que caminaba al otro lado de la calle, con las manos en los bolsillos, según la acusación del ente investigador. Murillo trató de correr pidiendo ayuda a los jóvenes que estaban delante de él y estos lo auxiliaron cuando cayó al piso.
Molano, como los demás uniformados, en lugar de brindar ayuda al herido, cambió su puesto por un intendente de su misma contextura. El Espectador señala que, según el abogado Miguel Ángel del Río, este uniformado fue presionado para declararse culpable durante el tiempo que el proceso estuvo en la justicia penal militar.
La acusación de la Fiscalía, con videos de cámaras de seguridad del sector, así como los testimonios, descartarían un choque con los uniformados. Uno de los jóvenes que auxilió a Murillo señaló que había escuchado una piedra golpeando contra la tanqueta del Esmad antes del disparo, pero, al parecer, no hubo tal.
Pese a que el joven cayó inconsciente al piso, los uniformados no lo auxiliaron ni llamaron una ambulancia. Fue un motociclista que pasó por el lugar quien se ofreció para trasladar al joven a una clínica, donde llegó sin signos vitales.
Uno de los hechos que señala la acusación es que Molano, quien era comandante del CAI Norte, junto al intendente Andrés Parra, llegaron más temprano del crimen, sobre las 8:20 pm. a la esquina de la calle 60 con carrera 6, desenfundaron sus armas y dispararon hacia el piso y al aire.
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