El representante Carlos Ardila radicó un proyecto de ley para modificar los datos de las placas vehiculares, especialmente el que contiene el nombre del municipio de registro, porque según él ha generado efectos negativos, como la discriminación al momento de la venta.
De acuerdo con el representante, las actuales placas de los vehículos nacieron en 1988 por el gobierno de entonces, que estableció que la identificación de los carros llevaría tres letras y tres números, sobre el nombre del municipio en el que fue registrado el automotor.
Aunque ese sistema ha permitido que los carros sean identificados con mayor facilidad al dividir por lugares de procedencia, para el congresista liberal también se han producido efectos imprevistos y negativos para los propietarios y los municipios.
“Así por ejemplo, la medida ha causado la percepción de que los automotores con placas distintas a las de grandes ciudades pueden ser objeto de mayores controles de tránsito, y por esta razón tendrían una menor apreciación en el mercado”, sostiene Ardila.
De acuerdo con su planteamiento, los conductores de vehículos prefieren matricular sus carros en Bogotá y grandes ciudades, lo que ha generado que los municipios vean afectadas sus finanzas por concepto de impuestos de rodamiento que dejan de percibir.
“La práctica más común para no perderle valor al vehículo y evitar la posibilidad de ser objeto de mayores controles con las autoridades de tránsito, es matricular el vehículo en una ciudad o municipio diferente al cual realiza su rodamiento, con lo cual se paga el rodamiento y semaforización de un lugar donde no se afecta la maya vial, y distorsionando así la locación de recursos púbicos”, señala Ardila.
El congresista sostiene que las placas son para toda la vida útil del vehículo, por lo que si alguien cambia el lugar de registro de su carro tendrá la misma combinación de números y letras, pero con una palabra de municipalidad diferente, por lo que no genera una afectación en los registros de las autoridades.
La iniciativa se compone de apenas tres artículos para modificar la ley 769 de 2002 en su artículo 43 que en su primer artículo establece: “La presente ley tiene por objeto que se elimine del diseño de la placa única nacional para los vehículos automotores, el nombre del municipio o distrito donde se matriculó el vehículo. Esto, con el fin de evitar la discriminación contra los propietarios de los vehículos automotores que ocurre en el mercado al momento de vender, reflejada en un menor precio por causa de la ciudad de matrícula. Así mismo, se busca evitar el menor recaudo tributario que sufren los municipios y distritos por causa de este fenómeno del mercado”.
Según dijo Ardila a El Nuevo Siglo, los propietarios de vehículos en otras ciudades incluso estarían viajando a Bogotá para mantener el precio del vehículo y que, en caso de venderlo, no pierda su valor por el nombre del municipio en el cual se encuentra registrado.
En la Cámara de Representantes hay más iniciativas para modificar las placas vehiculares. Otra de ellas es del congresista Milton Angulo del Centro Democrático, quien radicó una iniciativa para crear “placas inteligentes”.
“Todos los vehículos automotores que circulen por las vías nacionales deberán estar integrados a una plataforma tecnológica que, en línea y tiempo real, para identificar plenamente al vehículo automotor y su conductor en todo momento”, dice el proyecto de Angulo.
El proyecto propone crear el Sistema Tecnológico de Apoyo a Conductores y Automotores “SITACA”, con el cual se podrá hacer seguimiento e identificación permanente a los vehículos con un dispositivo instalado que tendrá cada uno de ellos.
La innovadora idea que no cuenta con sustentos técnicos para conocer su posible funcionamiento, asegura el representante Angulo, podría emitir alertas al conductor semanas antes de que se venza el SOAT y otras obligaciones, identificar el vehículo al momento de hurto o accidentalidad, así como registrar al conductor al momento de prender el carro.
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