Este 13 de septiembre se conoció que familiares de los militares capturados en Haití involucrados en el asesinato del presidente Jovenel Moïse, siguen denunciando torturas y permanecen incomunicados. Debido a ello, acudirán a instancias internacionales para salvaguardar su seguridad.
En un comunicado, los familiares de los mercenarios aseguraron que los detenidos solo reciben una comida al día y duermen entre sus excrementos. María Alejandra Otalvaro Orrego, una de las abogadas de la firma a cargo de su defensa, narró en Blu radio las torturas a las que son sometidos los mercenarios.
Están siendo golpeados, ha habido situaciones en las cuales les han arrancado las uñas, en las cuales han recibido golpes con diferentes artefactos metálicos, también los han quemado.
Asimismo, solicitó la intervención de los principales organismos internacionales para que los detenidos reciban un trato digno y no se les vulneren los derechos humanos.
“Se solicita la repatriación de los cuerpos que en este momento están en cabeza de los organismos en ese país”, así mismo aclaró que los familiares creen en la inocencia de los exmilitares y aseguraron que están capturados de manera ilegal.
Un grito desesperado de auxilio humanitario, solicitamos respetuosamente una comisión de verificación a estas graves denuncias.
Por otra parte, se sabe que están buscando la ayuda de Estado Unidos y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que se respete el debido proceso de los detenidos por el magnicidio del presidente haitiano.
Recientemente se conoció la historia detrás de la muerte de tres de los involucrados en la muerte del expresidente, así como los testimonios de la tortura y la negligencia que están experimentando aquellos que fueron capturados por el magnicidio.
Los pormenores de su fallecimiento y los de dos mercenarios más fueron expuestos por los 18 colombianos que continúan en Haití a la espera del proceso judicial que definirá su futuro, por medio de una carta de 11 páginas.
Según reza la misiva, revelada inicialmente por el periódico colombiano El Tiempo, “fue herido levemente el señor Duberney Capador Giraldo con esquirla de granada alojada en su cadera, quien quedó en el lugar de los hechos con vida y con la asistencia que le prestó un enfermero; posteriormente fue torturado y asesinado con tiro de gracia por miembro de la Policía Nacional de Haití”. Para este caso, piden una necropsia exhaustiva que confirme el testimonio.
A este relato le siguió el que se levanta alrededor del fallecimiento de Javier Mauricio Romero, quien, según los capturados, fue asesinado con una granada de mano mientras manifestaba sus intenciones de rendirse. “Se encontraba sin armamento y en estado de indefensión”, señala la carta.
Finalmente, detallan el fallecimiento accidental de Miguel Garzón: “Al intentar huir para salvar su vida, ante la negativa de la policía haitiana de aceptar nuestra rendición, muere el señor Miguel Garzón, quien se dispara accidentalmente al intentar saltar una pared para preservar su vida”.
Adicionalmente, advirtieron que en la actualidad se encuentran a merced de un investigador de la oficina de homicidios de la policía judicial haitiana que ha demostrado ser “un ‘profesional’ en torturar seres humanos”, que los tiene sometidos a todo tipo de vejámenes.
Para demostrarlo, los capturados aportan relatos personales como el de Edwin Enrique Blanquicet, que según el diario colombiano asegura haber sido arrojado a un grupo de civiles que le propiciaron 16 machetazos en cabeza y brazos, incluyendo uno que dañó permanentemente un tendón de su mano derecha; o el de Gersein Mendivelso Jaimes, que fue puesto en posición de sentadilla y pateado en los testículos en múltiples ocasiones, lo que lo llevó a orinar sangre.
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