La carrera por la presidencia avanza, a su manera, desde cada uno de los movimientos políticos que pretenden poner a su candidato en la Casa de Nariño. Aunque algunos partidos ya tienen claridad en sus decisiones, y ya dejaron ver sus cartas, el uribismo, una de las corrientes más fuertes del país, puso como fecha límite el próximo 22 de noviembre para anunciar al que será su nuevo candidato a la presidencia. Las especulaciones, por su puesto, se mantienen, y algunos nombres salen a flote. Josué Alirio Barrera, exgobernador de Casanare, hace parte de las personas que han salido a relucir dentro de la incertidumbre pública sobre la decisión del uribismo pero, ¿De quién se trata? ¿Quién es Josué Alirio Barrera?
El periódico El Tiempo aseguró que Barrera ‘no pasa desapercibido’ en la selección de quien podría ser el nuevo candidato del movimiento de derecha, pues, aunque sea el menos conocido de los opcionados, es uno de los que, con bajo perfil, empieza a mover sus fichas en diferentes regiones el país. El hombre, cuya hoja de vida fue calificada por ese diario nacional como ‘muy particular’, es un campesino de Aguazul, municipio del Casanare, un llanero de 44 años, que se desempeñó como gobernador de ese departamento en el periodo cubierto desde el 2016 hasta el 2019.
Por esos días, el hombre se convirtió en noticia pues, al parecer, la concusión de su administración había sido positiva, incluso, medios de comunicación como Confidencial Colombia tituló una de sus notas como ‘Alirio Barrera, el campesino que le devolvió la decencia al Casanare’. Allí, ese portal informativo resaltó que luego de dos décadas, y 12 gobernadores, la comunidad de ese departamento descansó, aparentemente, de la corrupción. Barrera consiguió quedarse con el cargo luego de recibir 85.500 votos, el 27 de octubre de 2015.
Según El Tiempo, el funcionario dejó su cargo con saldos a favor, y enfrentó fuertemente a los grupos al margen de la ley que podían en riesgo el bienestar de la comunidad. La deuda del departamento ascendía a los 124 mil millones de pesos. “La clave fue no tener financiadores porque cuando se llega a una administración, se llega a pagar compromisos. Nosotros llegamos a planificar y sanear el departamento en casi la totalidad de las deudas que tenía en temas ambientales, impuestos y embargos de las gobernaciones anteriores”, dijo el mandatario local, por aquel tiempo.
Fue el mismo Tomás Uribe, hijo de Álvaro Uribe, quien calificó a Barrera como una promesa reveladora de la política del país. En una entrevista con la F.M, Tomás, quien también estuvo en los nombres de los supuestos precandidatos a la presidencia por parte del uribismo, aseguró que una de las cosas más interesantes de Josué Alirio es su historia de vida.
“Ustedes deberían entrevistar a Alirio Barrera, el que fue gobernador de centro democrático del Casanare, creo que puede ser una revelación en la política colombiana, primero por su historia de vida (...) es una persona que nació en la pobreza extrema, que le tocó formarse vendiendo lavaza, vendiendo periódicos y que creció en un barrio que era como el cartucho de Yopal, a pesar de eso salió adelante y se hizo gobernador a pulso”, detalló y agregó, “dejó al Casanare sin deuda, terminó su gobernación sin una sola investigación, multiplicó por 20 el turismo (...)”.
En su conversación con la emisora concluyó que se trata de una “persona con una historia de vida que cuando uno la escucha es absolutamente emocionante (...) cuando uno oye la gestión que hizo como gobernador no la puede creer”.
Aquella historia, de la que habla Tomás, relata que Josué Alirio tuvo que trabajar, desde muy joven, para sostener a su familia. De hecho, tuvo que abandonar sus estudios cuando se encontraba en octavo grado, para trabajar como domador de caballos, obrero, cotero, y mecánico. Justamente, con ayuda de uno de esos trabajos, conoció a Álvaro Uribe, pues el expresidente y exgobernador ha manifestado, en repetidas ocasiones, su amor por los caballos.
Barrera gobernó bajo la consigna que denominó como “Casanare Con paso Firme”, y aseguró que, entre sus objetivos estaba el fortalecimiento de la inclusión social en los programas y proyectos por la gobernación.
En julio del 2020, la Procuraduría General le abrió investigación disciplinaria a él, y otros 12 miembros del Consejo Directivo de Corporinoquia de 2019, por presuntas irregularidades en el trámite de recusaciones, en la elección de Doris Bernal como directora de la entidad, realizada en octubre del 2019.
De acuerdo con la providencia de apertura de la investigación los consejeros habían errado al tramitar las recusaciones presentadas durante el proceso de elección de la directora. Las recusaciones, según la norma, no podían resolverse en el mismo momento en que se presentaron sino que, por el contrario, los recusados debían manifestar si aceptaban o no la causal invocada dentro de los 5 días siguientes a la fecha de su formulación.
Por esos días, la Procuraduría argumentó que podría haber un presunto conflicto de interés e incumplimiento de requisitos para aspirar al cargo de directora general por parte de la ingeniera de sistemas, Doris Bernal Cárdenas, es decir, que ella, al haberse desempeñado como secretaria privada de la Gobernación de Casanare, hasta días antes de la elección, tenía una relación cercana con el, entonces, gobernador Josué Alirio Barrera Rodríguez. Él votó por su elección sin haber expuesto su posible conflicto de intereses, teniendo en cuenta que ella era su subalterna y funcionaria de confianza.
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