La historia secreta detrás de la renuncia de la ministra Karen Abudinen

Una reunión con el presidente, una inclemente moción de censura, pérdida de apoyo de los partidos aliados y demás detalles que constituyeron la ‘tormenta perfecta’ para la salida de la jefe de cartera de las TIC

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La historia secreta detrás de
La historia secreta detrás de la renuncia de la ministra Karen Abudinen. Fotos: Colprensa, Archivo particular

La barranquillera Karen Abudinen, exsecretaria de Educación de la alcaldía de Alejandro Char, tuvo un ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones casi anónimo hasta hace varias semanas. La polémica por su gestión estalló a causa de un contrato que pactó con la Unión Temporal Centros Poblados y en el que estarían en riesgo 70.000 millones de pesos del anticipo.

Los hallazgos, hechos por la prensa, pusieron a Abudinen y a sus promesas de conectividad en el ojo del huracán. A pesar de las críticas, burlas y acusaciones por posible negligencia a la hora de hacer revisión de las garantías y capacidades del contratista, la ministra se mantuvo siempre firme en su postura de no renunciar.

En varias ocasiones, aseguró que su permanencia en el cargo favorecía el esclarecimiento de la situación e incluso sería una herramienta para limpiar su nombre.

“Los corruptos serían los mayores beneficiarios de mi renuncia. (...) He actuado con determinación y con apego a la ley. He respondido con denuncias, acciones administrativas, embargos y con toda la determinación para desmantelar la corrupción”, aseveró la funcionaria en el debate de moción de censura en su contra, realizado en las instalaciones del Congreso de la República.

Incluso, contó con el apoyo del presidente Iván Duque y demás miembros del Gobierno, quienes defendieron su transparencia y buena gestión en la cartera. Sin embargo, de forma repentina, la historia tomó un giro que obligó a la ministra a presentar una carta de renuncia en el despacho del mandatario.

La reunión con el presidente

El miércoles en la noche, Duque citó a Abudinen a una reunión a puerta cerrada en la Casa de Nariño. Según El Colombiano, en ese momento se conversó la posible salida de la ministra y, en todo momento, el presidente logró no pedírsela directamente.

El tema central: se perdió cualquier respaldo político al interior de la Cámara de Representantes, lo cual resultaría en su remoción tras la moción de censura, votada este viernes a las 3 de la tarde. En 45 minutos, Abudinen cambió su discurso de firmeza en el cargo y, durante un partido de la selección Colombia, anunció su salida en una alocución sin preguntas de la prensa.

“Nunca dudé en renunciar, pero quise permanecer en el cargo unas semanas para cumplirle al país con las metas de conectar las escuelas y continuar con las denuncias ante la justicia de los responsables de este acto criminal”, expresó en la carta, leída por la misma exfuncionaria. Contradiciendo, finalmente, su posición inicial.

El Partido Liberal dio la estocada final

De acuerdo con lo conversado entre Duque y Abudinen, la falta de apoyo en el legislativo fue la razón central que llevó a la renuncia. Entre las colectividades, la que fulminó la permanencia en el cargo fue el Partido Liberal. Con el aval de César Gaviria, los congresistas jugaron sus cartas en silencio y tomaron de sorpresa al Gobierno.

Según Semana, entre congresistas, se consultaron posturas frente a la votación de este viernes y se concluyó que más del 90% de la bancada tomó una postura en contra de Abudinen.

Ese mismo miércoles de la reunión en la Casa de Nariño, a las 3 de la tarde, la bancada llevó a cabo una reunión extraordinaria, liderada por el secretario general del partido, Miguel Ángel Sánchez. Con 35 congresistas presentes y el visto bueno de Gaviria, se decidió, de forma casi unánime, que votarían en contra de la barranquillera.

Sin embargo, la bancada más numerosa en su contra no fue el único contratiempo al interior del Congreso.

El Centro Democrático no logró unificar su decisión

La coalición de gobierno se encuentra conformada por el Centro Democrático, Partido Conservador, de la U, Mira y Colombia Justa Libres. Todas las colectividades, naturalmente, se manifestaron a favor de Abudinen. Sin embargo, fichas clave dentro del partido del presidente Duque decidieron apoyar la moción de censura.

Gabriel Santos y José Jaime Uscátegui, representantes del Centro Democrático, no se guardaron sus reparos en contra de la barranquillera. Por su parte, el hijo del exembajador Francisco Santos pidió la renuncia de la ministra desde etapas tempranas de la investigación.

“La responsabilidad política que ella tiene en todo lo que ha acontecido es absolutamente insalvable. Celebro los esfuerzos que ella relató sobre lo que ha hecho el Ministerio para recuperar la plata y como caducó el contrato, pero el hecho de que esto haya ocurrido es imposible que la ministra continúe en su cargo”, indicó el representante, en entrevista con Blu Radio.

En entrevista con el mismo medio, María Fernanda Cabal, senadora de la colectividad, también señaló la responsabilidad gerencial de Abudinen y sugirió la renuncia. Claro, por supuesto. Porque hay una responsabilidad tácita y expresa, independiente de la responsabilidad disciplinaria y penal. Es la administración de una cartera. Si en esa cartera iba a haber comprometidos unos recursos tan grandes, usted provisiona”.

El costo político de la moción de censura para Duque

Varios ministros de Iván Duque han sido objeto de moción de censura y, a raíz de la misma, dos de ellos han tenido que salir de su cargo de cara a una inminente remoción. Cabe recordar el caso de Guillermo Botero, exministro de Defensa, en noviembre de 2019.

En el caso de Botero fue el Senado el encargado de citarlo a una debate de moción de censura por un haber ocultado la muerte de siete menores de edad, incluida una niña de 12 años, en un bombardeo militar contra guerrilleros que se marginaron del acuerdo de paz. Ante la inminente votación en su contra en la moción si permanecía en el cargo, tomó la decisión de renunciar el 6 de noviembre.

Días después, el 14 de noviembre, la votación fue de 49 votos para apoyar la moción de censura y cuatro en contra. El senador Roy Barreras, quien lideró el debate en contra de Botero, señaló: “la censura política ya ha ocurrido. El ministro ha caído por sus múltiples errores. El Congreso ha sentado posición. Ha demostrado unas claras mayorías en favor de la vida, pero también en favor de la legitimidad de nuestras Fuerzas Militares, con la exigencia del cumplimiento de las normas de nuestra Constitución Nacional y del Derecho Internacional Humanitario”.

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