A pesar de haber renunciado públicamente en medio del partido de la selección Colombia contra Chile, la ministra de las TIC, Karen Abudinen, no se salvará de moción de censura. De hecho, la Mesa Directiva de la Cámara de Representantes convocó la votación sobre la misma para este viernes 10 de septiembre a las 3 de la tarde.
Se trata de una decisión que ya había sido confirmada esta mañana por la presidenta de esa corporación, Jennifer Arias, luego de que la mesa directiva de la misma recibiera el pedido formal de continuar con el proceso por parte de los promotores de la moción, que pertenecen principalmente a los sectores de oposición. No obstante, la citación a votar sólo fue ratificada, de manera oficial, casi a la par que la ahora exjefe de cartera anunciaba su dimisión.
Es que, según explicaba la representante del Centro Democrático esta mañana, es casi que obligatorio continuar con el procedimiento, pues de acuerdo con el artículo 135 de la Constitución Política de Colombia, “la renuncia del funcionario respecto del cual se haya promovido moción de censura, no obsta para que la misma sea aprobada conforme a lo previsto en este artículo”.
Valga anotar, entonces, que las condiciones en las que Abudinen renuncia son bastante particulares. Si bien hoy señaló que salía del cargo por voluntad propia, lo cierto es que venía asegurando que no lo haría desde que inició el escándalo: “Aquí estoy y aquí me quedo. Seguiré trabajando para el gobierno del presidente Duque, a menos que él defina lo contrario”, dijo en una entrevista con revista Semana el pasado 14 de agosto.
A esta le siguieron semanas de declaraciones en las que aseguró que se mantenía en el puesto con el objetivo de solucionar el embrollo y lograr que los responsables de la Unión Temporal Centros Poblados regresaran los $70.000 millones del adelanto pagados por su cartera en el marco de un fallido contrato para llevar Internet a colegios públicos de 15 departamentos. El mismo fue adjudicado con base en garantías bancarias falsas.
Todo redundó en el debate de moción de censura del pasado 3 de septiembre, cuando Abudinen reiteró tajantemente que, “lo más fácil es que la ministra se vaya y todo se calma, no, lo más fácil es que yo me quede para acabar con este entramado. Los corruptos serían los mayores premiados con mi renuncia, han encontrado en mí, su mayor enemiga”.
Y los hechos parecen indicar que la exministra no tenía interés de salir de la cartera tecnológica. De hecho, los reportes indican que fue el presidente de Colombia, Iván Duque, quien le pidió su renuncia en la mañana de este jueves. Si bien se desconocen los detalles alrededor, los cálculos que hacen diferentes medios como El Tiempo o Caracol Radio, apuntan a una sola conclusión: Abudinen está peligrosamente cerca de perder el voto de las mayorías en la moción.
Eso último quedó claro tras el anuncio del representante liberal Juan Carlos Losada, quien anunció horas antes de la solicitud de renuncia por parte de Duque que ese partido “acaba de decidir en bancada de Cámara, apoyar la moción de censura a la ministra Abudinen! Es la decisión correcta! Como citante a la moción, me emociona que el partido nos respalde!”.
Lo mismo habían anunciado el Partido de La U, y el único representante de Colombia Justa Libres, Carlos Eduardo Acosta. Es decir, a favor de censurar a la exministra habían 35 votos liberales, 25 de La U, uno de la colectividad cristiana y al menos 20 de los partidos de oposición. Eso se traduce en un total de 81 de 87 votos que se requieren para que la moción sea aprobada.
Ahora bien, es de recordar que partidos como Cambio Radical y el Conservador abrieron camino para que cada uno de sus representantes voten a discreción. Al no haber voto unificado, y teniendo en cuenta que se trata de bancadas de 30 y 21 integrantes, y que además Germán Vargas Lleras, jefe de los primeros, se ha mostrado crítico de la labor de Abudinen, no es de extrañar que aparezcan los seis votos restantes.
El resumen de todo esto lo ofreció el representante Losada, quien advirtió en un primer mensaje que, “es lamentable que la renuncia de la ministra Karen Abudinen se dé en el marco de la moción de censura . Peor aún que no haya sido iniciativa de ella, cuando es evidente que era la principal responsable política por el escándalo del contrato de centros poblados”. Posteriormente, señaló que “la renuncia de la ministra terminó siendo un tema de aritmética, no de ética”.
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