Como si fuera ayer, con tribunas y cánticos, ‘El Campín’ se engalanó para recibir su primer encuentro con público en la post-pandemia y luego de los traumáticos incidentes del mes anterior entre Santa Fe vs. Nacional.
Esta vez, el turno era para Millonarios, de local ante Patriotas de Boyacá por el cierre de la fecha octava de la Liga BetPlay-Dimayor.
El conjunto de Alberto Gamero se llevó el gato al agua, sumó tres puntos, celebró la reapertura del templo capitalino como si no hubiera un mañana con un triunfo dedicado a John Mario Ramírez con su hijo Mateo en el rol de capitán. Resumen de la emoción embajadora.
Así se jugó el encuentro
El encuentro se caracterizó por la actitud defensiva de la visita, el despliegue físico de Millonarios en velocidad así como los contragolpes ofensivos cuando el tanque se agotó en el clímax del encuentro.
El Embajador inició acciones con potencia pero poca agudeza para rematar en los primeros veinticinco minutos, mientras Patriotas contuvo el empuje azul con un muro defensivo erigido en los últimos tres cuartos de cancha.
Minuto treinta: Daniel Ruiz recibió falta en al área rival. Polémica por contención del arquero Murillo cuando el juvenil bajó la cabeza para el remate.
Con pasión, e impulsado por la tribuna, Millonarios reclamó mano en el área, pero el equipo arbitral enfrió los ánimos al permitir el juego sin acudir al VAR.
Pese a que el local dominó el balón, no conmovió el área contraria en los primeros cuarenta y cinco. La labor de Patriotas se llevó a la perfección, bajo el pretexto de arañar un punto como visitante, pero hubo destellos que parecieron romper el muro defensivo de la visita.
Minuto cuarenta y dos: el golero de la visita, Carlos Mosquera, salvó su arco después de un potente cabezazo de Mackalister Silva.
Minutos cuarenta y cinco más dos: insistió Silva en sociedad con Mojica para despejar el área de defensas, pero el remate desviado de éste último ahogó el grito de gol del embajador.
Minuto cuarenta y nueve: Mackalister volvió animado luego de su paso por las duchas, asistió de cabeza a Fernando Uribe quien, sin piedad, marcó el tanto de la victoria.
Los dirigidos por Alberto Gamero tomaron impulso entre los minutos cuarenta y nueve a sesenta, mientras Patriotas no cambió su actitud defensiva. Pero fue cuestión de minutos para que la visita se percatara del cansancio embajador para saltar de atrás a adelante y bombardear el arco azul.
Posada dio el toque de alerta al quedar mano a mano ante la portería local, pero no contó con ángulo para anotar; con este avance, Patriotas se apoderó de la cancha mientras Millonarios optó por el contragolpe, tanto para conservar su resultado como para abrir la cancha y desgastar la visita.
El minuto noventa vio llegar al hijo de John Mario Ramírez, Mateo con la banda de capitán. La hinchada se rindió a la emoción, como si hubiera ganado una nueva estrella.
Millonarios cumplió, respetó las indicaciones del gobierno para este encuentro en el estadio y, con el gol de Uribe, nuevamente se puso a la saga del líder, Atlético Nacional.
Estos son los números azules al rematar la octava fecha del clausura colombiano: con ocho partidos disputados, 16 pts., diferencia de goles +6, doce goles a favor, seis goles en contra, dos partidos perdidos, uno empatado y cinco ganados.
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