En la madrugada del pasado lunes, el comedor comunitario Altos del Poblado, en la localidad de San Cristóbal, fue asaltado por una banda de delincuentes que voló candados, rejas y chapas de seguridad para ingresar y saquear elementos de valor. Los ladrones no dudaron en dejar el lugar sin elementos para cocinar las comidas, ya que se llevaron ollas y alimentos sin preparar.
De acuerdo con El Espectador, desde hace 16 años, el comedor comunitario sirve a cerca de 400 personas entre niños, niñas, jóvenes, mujeres gestantes y adultos mayores que fueron afectados por el millonario robo.
Según el reporte de CityTV, los ladrones extrajeron computadores, tabletas, electrodomésticos, ollas, platos, cubiertos, alimentos de alacena y carnes congeladas dirigidas para la población más vulnerable del sector. Las autoridades aseguraron que se trata de un robo de más de 30 millones de pesos en pérdidas.
“Por la parte externa abrieron una reja y se metieron por ahí. Sustrajeron elementos importantes como la licuadora industrial. Elementos, todos industriales. Y se llevaron el computador en donde está toda la información de los afiliados al comedor, proyecto de la Alcaldía Mayor de Bogotá”, expresó Pedro Mateus Pineda, miembro de la Junta de Acción Comunal de Altos del Poblado.
Esto causó indignación entre los vecinos del sector, quienes piden justicia por los alimentos de los menores afiliados al comedor. De acuerdo con el medio capitalino, por la cuantía del robo, quien se encarga de investigar lo ocurrido es el CTI de la Fiscalía General de la Nación.
“Amigos de lo ajeno ingresaron al comedor se robaron algunos elementos, equipos de cómputo, elementos de menaje para la preparación del alimento e inclusive la carne, que son utilizados para preparar almuerzos a personas vulnerables de la zona”, reportó Boris Flomin, director de Nutrición y Abastecimiento de la Secretaría de Integración Social.
El comedor funciona con normalidad
A pesar del millonario robo, el comedor comunitario Altos del Poblado sigue prestando sus servicios a la población más vulnerable de la localidad de San Cristóbal.
“Los comedores comunitarios y cocinas populares no paran, a pesar de lo que pueda suceder, las personas hicieron la fila para ingresar al comedor y recibieron sus alimentos el día de hoy, sin ninguna interrupción”, expresó Flomin, según el reporte de El Espectador.
“Hacemos un llamado a las comunidades de los diferentes sectores, donde están operando nuestros comedores, para que nos ayuden en esa vigilancia y en esa veeduría de lo que pueda pasar en estos espacios, porque finalmente los perjudicados son las personas que reciben los alimentos calientes en este servicio”, recalcó el funcionario de la Secretaría de Integración Social.
De acuerdo con el medio, fueron los habitantes del sector quienes prestaron ollas, licuadoras y demás elementos para poder preparar los alimentos.
“Un robo así, no solo afecta económicamente a las personas que dirigen el comedor, sino a nosotros también, porque si no hay los implementos para la alimentación, nos perjudica”, indicó Víctor Julio González, un adulto mayor beneficiaro del comedor.
Bogotá, capital de Colombia, vive una ola de delincuencia que no solo ocurre en el sur de la ciudad. En el norte, en los sectores más exclusivos, se han evidenciado robos a restaurantes que afectan tanto a comensales como a trabajadores. Sin embargo, según el último reporte de la Alcaldía de Bogotá, hubo una reducción de los delitos en un 37% en los primeros cinco días del mes de septiembre.
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