Incluido en la Lista del Patrimonio Mundial en junio de 2011, el Paisaje Cultural Cafetero tiene una extensión de 17.630 kilómetros cuadrados y está conformado por los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda, y algunos municipios del Valle de Cauca.
Con los años se ha convertido en el referente por excelencia de la producción cafetera en el país y en uno de los destinos más visitados por la hermosa biodiversidad que su ubicación geográfica le permite, y que se constituye entre las imponentes laderas y montañas de las ramificaciones central y occidental de la cordillera de Los Andes.
Es allí donde se han instalado algunos de los pueblos más lindos de Colombia y que preservan la cultura cafetera como emblema de esta región. Pensando en ello, hoy Infobae Colombia trae cinco municipios que no puede dejar de visitar:
Salento, Quindío
Conocido como el “Padre del Quindío”, se sitúa al norte de Armenia y es considerado el pueblo más turístico del departamento por su arquitectura, propia de los pueblos antioqueños tradicionales, con balcones llenos de flores, muros de cal y tejas de barro, además de la calidez de sus habitantes y su caficultura.
Su economía, basada en el cultivo de café, atrae a viajeros de todo el mundo, quienes buscan admirar cultivos de grano, fincas de recolección y procesamiento, así como los numerosos lugares en los que es posible disfrutar una deliciosa taza de café.
También, es uno de los lugares más apetecidos de la zona por su cercanía al Valle de Cócora, que constituye la reserva natural que alberga las palmas de cera más altas del mundo, con especímenes que pueden llegar a medir hasta 70 metros de altura.
Filandia, Quindío
En las cercanías de Salento se encuentra Filandia, reconocido como uno de los pueblos más lindos de Colombia y catalogado, por los Traveller Review Awards 2021, como uno de los más acogedores del país. Su arquitectura colorida hace que caminar por sus senderos sea una experiencia ideal para todos los gustos.
Algunos de los lugares que más atrae a los viajeros es el Mirador de la Colina Iluminada, dónde salen a la vista monos aulladores. En este punto también es posible comer en deliciosos restaurantes y visitar museos.
Marsella, Risaralda
Se encuentra ubicado a 33 kilómetros al noroeste de la capital del departamento, Pereira. En medio de las montañas, sus inmediaciones están bañadas por los ríos Cauca y San Francisco, lo que a su vez lo hace dueño de un paisaje natural como pocos. Precisamente, allí se encuentra el Jardín Botánico Alejandro Humbolt, con una enorme riqueza de flora y fauna digna de apreciar.
Limita con el municipio de Santa Rosa de Cabal, reconocido por sus cascadas de aguas termales que hacen de su visita una experiencia de bienestar imperdible para los viajeros que recorren la zona.
Pijao, Quindío
Sus calles coloridas y hermosos paisajes lo hicieron merecedor de un lugar dentro de las 135 ciudades del mundo que conforman la Red Internacional Cittaslow o ciudades lentas del mundo. Un selecto conglomerado de urbes que, de acuerdo con la red de turismo Baquianos, “viven en armonía con la naturaleza, la cultura local y la comida sana”.
Algunos de los lugares imperdibles de conocer allí son la Casa Solaz, el bosque de palma de cera, el páramo de Chilí y la cascada de Los Guácharos. También es posible realizas actividades ecoturísticas como avistar colibríes, tangaras y carpinteros.
Salamina, Caldas
Está ubicado al noreste de Caldas, es Monumento Nacional y hace parte de la red de pueblos patrimonio de Colombia. Y no es para menos, ya que su arquitectura está conformada por un majestuoso conjunto de casas de bahareque, cubiertas con tejas de barro, así como por balcones pintados de colores brillantes que hacen juego perfecto con las flores que los recubren.
La Casa de la Cultura, el Cementerio, el Templo Inmaculada Concepción y el Bosque Natural Palma de Cera La Samaria son algunos de los lugares imperdibles de visitar en este destino.
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