Aunque ambos están distanciados de la política electoral, Ingrid Betancourt y Juan Manuel Santos han vuelto a participar del debate nacional gracias a su nuevo libro en conjunto: “Una conversación pendiente”. La publicación ha permitido que ambas personalidades tengan la posibilidad de presentar sus visiones respecto al panorama actual del país. El expresidente y la exsenadora lanzaron pullas a algunos de los personajes que hacen parte del ambiente político nacional.
En una entrevista con el diario El País de España, ambos dejaron ver algunas de sus posiciones ideológicas, y aclararon que aunque el texto se hizo público justo antes del inicio formal del año electoral que se aproxima en Colombia, en el 2022, todo se trata de una coincidencia. Los nombres de algunos viejos amigos políticos en la postergada conversación, con ese medio de comunicación, no resultaron bien librados.
Sobre el texto de más de 500 páginas, el expresidente Santos aseguró: “yo no creo que vaya a caer como un bálsamo para mucha gente. No va a caer como un bálsamo para este Gobierno”. En la conversación salió a relucir el nombre del expresidente Álvaro Uribe Vélez, gobierno del que Santos fue ministro de Defensa. Ambos funcionarios terminaron siendo opositores, luego de que el ahora Nobel de Paz lo sucediera en el poder. Según Inés Santaeulalia, quien los entrevistó para el periódico español, en el libro “Una conversación pendiente” aparece la palabra ’traición’ 29 veces, el adjetivo con el que fue calificado el gobierno de Santos por parte del uribismo.
“En mi caso, lo que he entendido es que, en la política, la traición es casi la regla y no la excepción”, afirmó el expresidente Santos, quien desconoce la razón por la cual Uribe le otorgó ese calificativo, según él, convirtió los ‘tres huevitos que le encargó en gallos de pelea’.
Sin embargo, reconoció que la acusación provino porque él (Santos) estableció relaciones con Hugo Chávez en Venezuela, enemigo de Uribe, para ser garante de los diálogos de La Habana, además, tampoco nombró a los ministros que su antecesor le pidió, desconociendo así la autoridad de su líder político, porque él era el presidente.
“La lucha por el poder saca lo peor de la condición humana, y si uno entiende eso, entonces no se deja herir. Puedo decir a estas alturas de la vida que vivo tranquilo, a pesar de la cantidad de traiciones que he tenido”, agregó el exmandatario.
Aunque Santos no entró en la discusión electoral para el 2022, aseguró que la polarización dificulta la gobernabilidad y la solución de los problemas del país, por lo que apostó al candidato que “refleje moderación”. Ingrid Betancourt sí se aventuró a dar su opinión, y apostó por el denominado ‘centro’.
“El uribismo y el petrismo se necesitan. Son el resultado de dos caudillos, dos personas que no nos dejan mirar el país con una perspectiva más ecuánime, están encerrados en su ideología. Cuando no era Petro, eran las FARC, siempre ha habido esa polarización que ha hecho que los colombianos tengan que elegir el menos peor: “Bueno, con tal que no maten, vamos a aceptar que roben”, sostuvo la exsenadora que estuvo cautiva seis años bajo el poder de las desaparecidas FARC.
Santos se reafirmó como retirado de la política, y dijo que aspira a ser profesor de la Universidad Nacional de Colombia; mientras que Betancourt aseguró que la política hace parte de su ADN, y quiere brindar su experiencia para que el país salga de lo que llamó ‘el túnel’.
La frase sobre la traición de Juan Manuel Santos ya ha tenido reacciones políticas. El expresidente Uribe compartió el titular de la Revista Semana sin extender comentarios; mientras que Andrés Pastrana, del que Santos fue crítico del proceso de paz hasta que lo nombró Ministro de Hacienda, escribió en su cuenta de Twitter “De acuerdo, exministro”.
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