Gabriel Santos, representante a la Cámara por el Centro Democrático, presentó en la tarde de este 1 de septiembre, y en plenaria, su renuncia a la Comisión de Investigación y Acusación de esa corporación. Según explicó allí mismo, la decisión tiene que ver con motivos personales alejados de la esfera política.
“Fui padre recientemente, mi situación familiar y laboral no me permite darle el trabajo que la Comisión y las personas investigadas requieren, sería injusto con esas personas no dedicarle mi tiempo”, señaló el parlamentario, haciendo referencia al nacimiento de su hija Belén, en noviembre del año pasado.
Valga recordar que, el representante es hijo del exembajador de Colombia en Estados Unidos, Francisco Santos; y está casado con María Claudia Naranjo, hija del general Óscar Naranjo.
Dicho esto, y siguiendo el orden del día, los 127 representantes hicieron un espacio para votar la solicitud de Santos. De acuerdo con W Radio, 126 estuvieron a favor, mientras que uno solo se manifestó en contra, con lo que se abre el camino para que el representante se concentre en sus responsabilidades familiares y para que el Centro Democrático designe a su reemplazo.
No hay que olvidar tampoco que, la Comisión de Investigación y Acusación a la que renuncia el bogotano está conformada por otros 18 representantes de diferentes partidos como Mauricio Toro (Alianza Verde), Carlos Cuenca Chaux (Cambio Radical), Kelyn González (Partido Liberal), Juan Carlos Wills (Partido Conservador) y Jaime Yepes (Partido de La U).
Con la partida de Santos y hasta la designación de su reemplazo, la representación del Centro Democrático en esa comisión queda en manos de Ricardo Ferro, Óscar Villamizar y Edward Rodríguez.
Las prioridades de Santos
Si bien el representante deja su silla en la Comisión de Investigación y Acusación, lo cierto es que su tarea dentro de la Cámara continúa, enfocada principalmente en el proyecto de ley que busca recortar en un mes el receso legislativo para los miembros del Congreso.
De hecho, Santos ha dedicado las últimas horas a advertir el riesgo que tiene dicho proyecto de quedar engavetado: si bien fue aprobado en la legislatura pasada y ya está en segunda vuelta, el documento lleva tres semanas, desde el 12 de agosto, aguardando por la firma de la presidenta de la Cámara de Representantes Jennifer Arias, también del Centro Democrático, para pasar a quinto debate.
Según advirtió durante la plenaria de ayer: “Es con mucho dolor que tengo que confesarles a ustedes compañeros que llevo rogando de todas las formas que desde la presidencia de Cámara envíen el proyecto de acto legislativo que ustedes han votado de manera repetida en relación con el recorte del receso legislativo. No hay un canal de comunicación al que no hayamos acudido”.
En ese sentido, señaló que ha llegado a hablar del tema con Arias, de manera personal y por medio de otros compañeros. No obstante, agregó, esta ha hecho caso omiso de las solicitudes, a pesar que ese mismo día recibió el proyecto que le otorga la categoría de Distrito Turístico, Cultural e Histórico al municipio de Puerto Colombia, dándole luz verde cinco días después.
“Es absolutamente inexplicable, tener engavetado un proyecto que hoy la ciudadanía reclama. Yo entiendo que ella y yo podamos tener diferencias, conocidas por muchos. Yo no estuve de acuerdo con su elección y entiendo que eso tiene unos costos políticos. Pero no pueden cobrarle a los proyectos, porque eso habla en contra de las garantías por las cuales nosotros nos hacemos elegir”.
Con todo, Santos aseguró que se trata de una falta de respeto, no sólo en su contra, sino en contra de los demás congresistas y de la ciudadanía. Según argumentó:
“Creo que cuando los congresistas nos hacemos elegir en las mesas directivas tenemos dos posibilidades de entender nuestra función: o la pequeña o la mezquina entendiendo que las facultades que tenemos para manejar el orden del día nos permiten abusar de los compañeros con quienes no estamos de acuerdo, o por el contrario entendemos que representamos a una pluralidad de congresistas y que el mayor merito que podemos tener ocupando esos cargos es el reconocimiento de las personas que no piensan como nosotros. Eso habla de presidentes de corporaciones garantistas”.
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