Ariel Ávila revela cómo podrían alterar las elecciones en 2022 y no es comprando votos

El analista político aseguró que la compra de votos no será un problema en las próximas elecciones, sino la alteración de los formularios que salen de cada puesto de votación

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Imagen de archivo. La Registraduría Nacional amplió la fecha para la inscripción de firmas de los jóvenes candidatos a los Consejos Municipales de Juventud. Foto: Colprensa
Imagen de archivo. La Registraduría Nacional amplió la fecha para la inscripción de firmas de los jóvenes candidatos a los Consejos Municipales de Juventud. Foto: Colprensa

Luego de las elecciones de 2018 de la primera vuelta presidencial, el analista político e investigador Ariel Ávila, a través de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), denunció alteraciones en los formularios E-14 y E-24 que se usan para contabilizar los votos.

“En un primer informe sobre las elecciones al Congreso de la República del 11 de marzo de 2018, la Fundación Paz y Reconciliación encontró más de 3500 folios de pruebas de alteraciones sistemáticas en formularios E14 y E24, también casi una decena de videos y fotos en la cual se logró vislumbrar una red de corrupción electoral que vendía paquetes de votos a candidatos, por medio de la estrategia del Canguro y del Anillo”, señaló Pares ese año electoral.

Con miras a las elecciones de 2022, Ávila, quien ahora está liderando campañas pedagógicas desde los barrios, volvió alertar sobre estas irregularidades, que podrías volver a presentarse el próximo año.

“Que las elecciones se roban comprando el voto a cincuenta mil pesos, eso es parte de la mitología griega, eso ya no es así”, señaló el analista.

Y explicó que ahora se roban los votos así: “cada mesa de votación tiene seis jurados, lo que hacen los jurados cuando ya terminaron los escrutinios es que al número 1 le zampan varias líneas y 11 votos quedan convertidos en 44, a eso le llaman el salto del canguro”.

Aseguró que también hay irregularidades cuando se están transmitiendo los escrutinios y dicen tal candidato sacó x votos, y dan varios números y así es como aumentan los votos que no ganaron los candidatos en las urnas.

Es por eso, que invitó a la ciudadanía a ser testigos electorales el día de las elecciones, tener una veeduría dedicada a esa vigilancia y además, insistir en una auditoría a los software electorales de la Registraduría.

La polémica de 2018

Sobre las alteraciones en los formularios, el registrador del momento dijo que eran normales, errores humanos y sobre todo, que la validez jurídica la tenían los formatos E-14 de claveros.

Cabe recordar que, los jurados de votación son los que llenan los E-14 y lo que encontró la Fundación Paz y Reconciliación fue que una buena cantidad de las alteraciones no fueron errores humanos, sino intencionales, con la finalidad de sumarle o quitarle votos a candidatos presidenciales. Y en varios puestos de votación se encontraron situaciones sistemáticas de alteración entre las diferentes mesas de votación.

Pares encontró patrones dentro de las alteraciones por la forma en la que se marcaron los E-14 y también por la frecuencia en la que se registró en varias mesas de votación. Para este propósito, identificaron las mesas dentro de un mismo puesto, zona y municipio, en las cuales se hicieron alteraciones a los E-14, la forma en cómo se hicieron y a quién favorecían.

Tomado de Pares
Tomado de Pares

Los resultados sobre este último punto llevaron a identificar que, en 16 de los 28 departamentos donde se registraron denuncias y una o varias alteraciones a los formularios E-14 en favorecimiento de un candidato, existieron patrones de alteraciones en más de una mesa dentro de un mismo puesto y zona de votación. Las modificaciones de los formularios E-14 favorecían a un candidato en específico. Los departamentos con mayor porcentaje de patrones de alteración encontrados fueron: Antioquia (16 %), Bogotá (14 %) y Valle del Cauca (12 %), los cuales concentran el 42 % de patrones de alteración identificados, señaló un informe de Pares.

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