Michelle Arce, la primera mujer en ser comandante de una unidad blindada del Ejército Nacional

Los soldados, en su mayoría hombres, aplaudieron el liderazgo que la joven suboficial de 21 años, que ha demostrado valor en medio de las operaciones militares

Guardar
Captura de video de Noticias
Captura de video de Noticias Caracol

Una subteniente colombiana de 21 años se convirtió en la primera mujer en comandar una unidad blindada del Ejército Nacional la cual se encarga de proteger a la ciudadanía que recorre las carreteras del Caquetá. Se trata de Michelle Andrea Arce Torres, una joven colombiana que ahora tiene bajo su mando a los vehículos Cascabel y sus soldados.

En un informe de Noticias Caracol se dio a conocer la plausible historia de esta joven colombiana que se destacó entre sus compañeros que utilizan el camuflado y que, en su gran mayoría, son hombres, sin importar su género y su corta edad. Ahora, Arce, es la comandante de una unidad militar con altas capacidades de combate en el Caquetá.

Tengo 21 años y yo manejo todas las plataformas 6x6 del grupo de caballería, tengo vehículos Cascabeles y Urutu y un pelotón de motos con los que brindamos seguridad al pueblo caqueteño”, manifestó al noticiero la uniformada que, según sobresalió en las Fuerzas Militares por su carácter, determinación y amor por la patria.

Todas esas características fueron las que la convirtieron en uno de los mejroes elementos del grupo Rincón Quiñones en ese departamento del país. Con este grupo, según explicó la misma uniformada “cubrimos todo el eje vial del departamento del Caquetá, como los municipios de Paujil, Doncello, hemos realizado capturas por narcotráfico e incautado sustancias y hemos capturado personas por porte ilegal de armas”.

Sin embargo, coordinar las operaciones de seguridad vial en el departamento no son las únicas labores que lleva a cabo la subteniente Michelle Arce Torres, pues también es la encargada de disparar los poderosos vehículos de guerra del Ejército.

Esta última labor es una de las más representativas para el logro que implica que esta joven de 21 años haya ocupado este cargo, puesto que por años todo este tipo de tropas y vehículos de alta capacidad de combate han sido comandadas por hombres. Precisamente, son estos últimos, los uniformados bajo el mando de Arce, quienes destacan la labor de la comandante.

Muy orgulloso porque le brindan una muy buena oportunidad a todas las mujeres que representan al Ejército en este momento”, le dijo el soldado profesional Óscar Iván Cañizales al noticiero que compartió la historia de la comandante Arce.

La comandante de 21 años, por su parte, resaltó que la incorporación no solo ha sido un “proceso positivo” para ella y para la institución, sino también para los hombres que ahora están siguiendo sus órdenes, puesto que ellos la han sabido respetar y la han reconocido como una líder.

Sin embargo, es importante resaltar que, afortunadamente, Arce no es el único caso de una mujer uniformada que resalta dentro de las Fuerzas Militares, la misma comandante reconoció el trabajo de la también subteniente Marcela Jurado Bonilla, comandante del Escuadrón Mecanizado Grupo C, quien también ocupa un cargo y lleva a cabo operaciones difíciles que por años han sido realizadas en su mayoría por hombres.

En el trabajo como tal se ha desempeñado de la mejor manera. Asimismo, como ella desempeña su trabajo como comandante de escuadrón”, destacó Jurado sobre su compañera.

En febrero de este año también se conoció la historia de Juliana Carmona, de 24 años, quien ocupa un lugar en el frente de batalla contra la ola de narcotráfico que opera en las selva del departamento de Nariño, fronteras con Ecuador. En diálogo con la Revista Semana la uniformada habló sobre su experiencia en las Fuerzas Militares, a las que ingresó desde 2015.

Actualmente, desde Nariño, adentrada en las selvas dirige un pelotón de 40 hombres, a los cuales les tocó la renovación de mentalidad, pues ahora en su cambuche conviven con una mujer y es la que los comanda.

Yo salí al área de operaciones con una unidad de soldados profesionales y el reto, más que para mí, era para ellos, porque algunos tenían 10 o 12 años de servicio y nunca habían tenido una mujer en el área y llego yo, y les cambian muchas cosas, por ejemplo, el uso del baño, porque ya hay una mujer en el pelotón, manifestó la subteniente”, dijo a la revista.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar