El pasado 31 de agosto, desde el perfil de Twitter de Movilidad Bogotá, se mostró el funcionamiento de la polémica ciclorruta de la calle 13. La obra se entregó oficialmente, de acuerdo con lo que reveló la entidad, ayer, último día de agosto. La inauguración se hizo a pesar de las múltiples críticas ciudadanas que señalaban que la construcción estaría lejos de ser beneficiosa, en un principio, pues, por el contrario, según la comunidad, generaría fuertes trancones a la salida y entrada de Bogotá.
Al inicio, se planeaba que la ciclorruta fuera hecha en el separador de la vía, sin embargo, se modificó y se ubicó a un costado. “¡Esta es la nueva movilidad! Así se ve, a esta hora, la nueva ciclorruta de la calle 13 que hoy se entrega de manera oficial a Bogotá”, se lee en la publicación de la administración de la capital del país.
Claudia López, mandataria local, aseguró que la construcción permitió incrementar los usuarios en un 300%, es decir, ya no serán 1.820 los ciclistas que se movilicen por allí, ahora serán cerca de 7.400. “Esta franja ciclopeatonal de 3,6 kilómetros de extensión conecta con las ciclorrutas de la Alameda del Porvenir, Zona Franca y la carrera 104″, detalló.
“Seguiremos avanzando para hacer realidad la Ciclo Alameda Medio Milenio, la primera autopista para bicicletas de 25 km. de extensión, que conectará el suroccidente y el norte de Bogotá; las ciclorrutas del Corredor Verde de la carrera Séptima, de las líneas alimentadoras de la avenida 68 y la avenida Caracas; también las de la primera y segunda línea del Metro”, mencionó la alcaldesa sobre la obra que, hacia el 2020, había sido fuertemente criticada, hasta por la Gobernación de Cundinamarca, por la mala ubicación de la misma.
En enero de este año, luego de protestas ciudadanas en contra de la ciclorruta, la Alcaldía, en cabeza de López, se comprometió a plantear una nueva idea sobre el proyecto que, argumentaban los detractores, estaba mal ejecutada. La administración local aseguró que, para mayo, se entregaría la obra completa, luego de que se hicieran algunos adelantos de la misma, por tramos. La construcción, según reporto la UMV (Unidad de Mantenimiento Vial), se realizó entre el 4 de enero y el 3 de julio, en seis tramos. Entre julio y agosto, se terminó la instalación, con la inclusión de objetos esenciales como la señalización de movilidad. A su vez se hizo siembra de árboles y se instalaron reductores de velocidad y separadores.
Fue así como se entregó la vía especializada para ciclistas con 3,6 kilómetros, ubicada en una zona de reserva vial que, previamente, era una franja de tierra irregular, es decir, luego de que estuviera pensado para ser ubicado por el centro del carril oriente-occidente de la calle 13.
La construcción y adecuación, con señalización y jardinería, le costó a la Alcaldía de Bogotá cerca de $7.014′860.000 y, según lo que informó la administración, el corredor vial en donde quedó ubicada la ciclorruta es utilizado, particularmente, por motos (35 %), vehículos particulares (26 %), bicicletas (24 %), camiones (10 %) y buses (5 %).
En octubre del 2020, de hecho, las protestas respecto al primer planteamiento de la obra fueron persistentes. El Espectador, uno de los medios de comunicación que se puso al frente de los hechos, recopiló el testimonio de las decenas de personas que hicieron un plantón para exigir una mejoría en la obre. Uno de los ciudadanos argumentó: “necesitamos la presencia de la alcaldesa para que nos escuchen. Estamos cansados de aguantarnos más de tres horas para llegar a Bogotá y viceversa. No tenemos calidad de vida y son más de 600.000 personas viven en la sabana y se demoran seis horas en un trancón. Ya es hora de dejarnos manipular”.
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