Con sus últimos alientos, la colombiana Claudia Marcela Pineda, quien fue la migrante que protagonizó las noticias de la semana pasada, tras el triste desenlace historia en su lucha por conquistar el sueño americano, logró comunicarse con la línea de emergencia 911 momentos antes de su muerte para pedir auxilio, en aquella llamada indicó que se encontraba junto con sus dos hijos y que estaba apunto de desmayarse.
Al fondo de esta llamada, que fue dada a conocer por la cadena de noticias Telemundo, se escucha en medio de su desespero a la pequeña María José, expresando a su mamá que tiene hambre.
Claudia: “Por favor, ayúdenme”
Cordinador de la llamada: “¿Cuántas personas están con usted?”
Claudia: “Dos niños, por favor ayúdenme que me voy a desmayar”
María José: “Mami, tengo hambre”
Claudia: “Ya mi amor”
Cordinador de la llamada: “¿Tiene WhatsApp?”
Claudia: “Sí, señor”
Cordinador de la llamada: “Le acabo de enviar un mensaje para que acepte compartir las coordenadas”
Desafortunadamente, en ese momento, a Claudia se le quedó su celular sin batería, por lo que se dificultó el rápido encuentro de ellos en el desierto.
De acuerdo con la explicación de la coordinadora del 911 en Sonora, Guadalupe Lares, la llamada que Claudia inicialmente se habría cortado por la falta de señal, y posteriormente no se tuvo más ubicación por la falta de batería del dispositivo. Horas más tarde, la patrulla fronteriza encontró sin vida a Claudia y María José; sin embargo, el pequeño de 3 años logró superar la inclemencia del clima, por lo que fue remitido rápidamente a un centro asistencial, donde fue atendido por su alta deshidratación.
“Fue abandonada en el desierto por las personas que ella contrató para cruzar hacia Estados Unidos. Nos llama a la línea de emergencia del 911, se registran los datos, no se puede establecer una buena comunicación ya que tenía 3% de pila”, indicó a coordinadora en cargada de la atención de la línea 911 que recibió la llamada de Claudia.
Por su parte, el esposo de la víctima, quien los esperaba en Estados Unidos, se comunicó con un familiar en Colombia y le contó que el coyote que los iba a guiar por el desierto los abandonó debajo de un palo y el calor le ganó a la pequeña María José de 10 años y a su madre, quienes murieron.
Pero en medio la esta tragedia, el pequeño Cristián fue hallado por agentes fronterizos de ese país con vida y de inmediato lo llevaron a un centro de salud desde donde será trasladado a Los Ángeles.
Hugo Pinzón, padre de los menores y esposo de Claudia, a través de un video divulgado en los medios de comunicación le pidió ayudar a la cancillería colombiana para hacer la repatriación de los cuerpos de sus dos familiares:
“Vengo a pedirle a la Cancillería colombiana que me colaboren para repatriar el cuerpo de mi esposa y mi hija que murieron en la raya entre México y Arizona, venía para buscar un mejor futuro pero no lo logró”, manifestó el esposo de Claudia.
Por su parte, la Cancillería de Colombia al conocer el caso informó que están tratando de identificar qué podría pasar con el menor de edad que fue encontrado vivo mientras resuelven la repatriación de los cuerpos.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores contactó a la familia de las víctimas mortales, para prestar la asesoría necesaria y orientarlos sobre la posibilidad de repatriar a Colombia los cuerpos o las cenizas de las fallecidas. En cuanto al niño, las autoridades informaron que estará en custodia de un centro de menores de edad de California hasta que se defina con quién permanecería en los Estados Unidos o si regresa a Colombia”, señaló el Gobierno Nacional, indicando que hasta el momento el niño está recluido en un hospital de Phoenix.
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